El perfil de los jóvenes tratados en Atura't responde al de un chico que comete su primera agresión sexual entre los 15 y los 16 años con una actitud violenta y que conoce a su víctima, como lo demuestra también que la mayoría de las agresiones se produzcan en un espacio conocido por la agredida (que en el 80% de los casos son mujeres) o por el victimario. La consellera Santiago adelantó que la futura ley de la Infancia y la Adolescencia en la que está trabajando obligará a todas a las instituciones públicas a invertir en prevención. "Formaremos a los empleados públicos que trabajan con menores para que detecten a la víctima para poder actuar precozmente con el agresor", concluyó Santiago.