"Soy el cirujano que te cura y trata de recomponerte los huesos cuando te los rompes. Espero que no tengamos que vernos este verano". Es uno de los mensajes que el médico del hospital de Son Espases Juan José Segura, de 32 años, lanza a través de dos vídeos a los jóvenes británicos que este verano piensan disfrutar de sus vacaciones en Mallorca.

Preocupado por la alta incidencia del fenómeno del balconing, el Gobierno británico se ha puesto manos a la obra y se ha asociado con el joven cirujano mallorquín para concienciar a los turistas que vienen a Mallorca sobre una de las prácticas de riesgo que más estragos está causando entre los jóvenes turistas ingleses. Como cuenta el diario The Times, el Foreign Office, el ministerio de Exteriores, se ha aliado con Juan José Segura para que difunda los peligros de esta práctica a través de los canales de información que más consumen los jóvenes.

"Cuando en 2015 comenzamos a analizar el fenónemeno del balconing no exitía literatura médica al respecto", declara a Diario de Mallorca Juan José Segura. "Descubrimos que afectaba más a determinadas nacionalidades, sobre todo la británica, pero no podíamos hacer seguimiento de los pacientes porque tras recibir el alta simplemente regresaban a sus países", explica.

"A partir de aquí nos pusimos en contacto con los diferentes consulados para recopilar más datos y el británico fue el más receptivo. Por eso surgió la campaña que ahora realizamos con el ministerio de Exteriores con estos dos primeros vídeos. Nosotros y el hospital de Son Espases siempre nos interesa realizar tareas de prevención y ellos están muy interesados en atajar el problema", comenta.

Segura y el área de Cirugía del hospital de Son Espases han realizado un estudio sobre la práctica del balconing y las principales lesiones que produce a partir de su experiencia clínica, politraumatismos causados cuando los turistas tratan de cruzar de balcón a balcón o saltar de la habitación del hotel o apartamento a la piscina.

Descubrieron, entre muchos otros aspectos, que el 61% de las víctimas del balconing eran británicos, con un promedio de edad de 24 años y en un 97% hombres.

El cirujano atiende cada verano en Son Espases entre diez y quince británicos que, a consecuencia del balconing, mueren o sufren graves lesiones craneoencefácilas o en la columna vertebral. "La historia típica es la de un joven de 19 o 20 años de edad que se está divirtiendo y bebiendo más de lo normal y, como consecuencia del consumo de alcohol, asume comportamientos de riesgo que en otras circunstancias rechazaría, como escalar desde un balcón", explica en otro de los vídeos que difunde el ministerio de Exteriores británico. "No sólo arruinarás tus vacaciones, arruinarás tu vida".

El médico de Son Espases Juan José Segura alerta sobre el balconing (II)

El médico de Son Espases Juan José Segura alerta sobre el balconing (II)

En febrero de 2016, Juan José Segura ya abarrotó el auditorio de Son Espases con la conferencia Balconing, del fenómeno social al problema de saludBalconing, del fenómeno social al problema de salud, en la que reveló, a modo de introducción, que la versión británica de la Wikipedia define balconing como "un fenómeno endémico de Baleares".

El doctor trazó el perfil de los pacientes politraumatizados a consecuencia de esta práctica de riesgo. Se trata mayoritariamente de jóvenes de entre veinte y treinta años de nacionalidad británica aunque, de manera porcentual, aporta una curiosidad: la irlandesa es la nacionalidad más prevalente en este tipo de accidentes ya que ha registrado cinco casos de balconing protagonizados por irlandeses por cada millón de turistas de esta nacionalidad que visitan las islas. Los británicos, por el contrario, acumulan 1,5 casos por cada millón de turistas, porcentaje menor que supera a los primeros por el gran número de personas de Gran Bretaña que cada año vienen a las islas.

Sobre las sustancias que han tomado estos pacientes antes de llegar destrozados al hospital, el cirujano señaló que "en un 98% de los casos han ingerido importantes cantidades de alcohol y en uno de cada cuatro, además de la bebida, han consumido otros tóxicos como el cannabis y otras drogas".

Preguntado sobre si habían detectado algún tipo de sustancia específica que explicase por qué este fenómeno es más frecuente entre los jóvenes británicos que, por ejemplo, entre los alemanes, nacionalidad más numerosa entre los turistas que visitan Baleaers, el doctor Segura lo negó rechazando la rumorología que apunta a que estas precipitaciones estarían asociadas al uso de una droga que proporcionaría a su consumidor una sensación de invulnerabilidad: "No hemos detectado ninguna droga especial en los casos de balconing", zanjó.

Como recuerda The Times, Natalie Cormack, de 19 años, de West Kilbride, en North Ayshime, falleció el mes pasado en Mallorca después de caer desde el sexto piso de un edificio de apartamentos en Magaluf. Regresó sin llaves del bar en el que trabajaba e intentó entrar en su casa desde la terraza del apartamento vecino. Semanas antes había escrito en su cuenta personas de Facebook que estaba viviendo los mejores momentos de su vida.

James Walton, de Ealing, localidad al oeste de Londres, falleció en marzo al caer desde un cuarto piso tras celebrar San Patricio con sus amigos. Era estudiante de la Universidad de Sheffield Hallam y llevaba en la isla desde septiembre trabajando para la cadena hotelera Meliá.

Si Natalie Cormack y James Walton hubieran escuchado las palabras de Juan José Segura antes de sufrir sus accidentes, quizá hubieran podido esquivar la muerte a una edad tan temprana. Ese es el objetivo de la campaña del Gobierno británico, la prevención de un fenómeno que ya se ha cobrado una factura demasiado trágica en Mallorca.