El barrio de la Seu "adjudicado" por 700.000 euros; el barrio de Santa Catalina por 400.000; Blanquerna, por 150.000; y 26.000 por Son Cladera. La plataforma Ciutat per qui l'Habita subastó ayer los barrios de Palma en una simbólica acción de protesta para denunciar la especulación con la venta y alquiler turístico de viviendas.

Con un posterior "vermut" a base de patatillas, aceitunas, quicos y zumo marca Hacendado, la entidad contra el fenómeno de la gentrificación en Palma congregó a una veintena de personas en el Born en una acción de protesta que se llevó a cabo simultáneamente en otras ciudades de Europa. "Queremos visibilizar la especulación que está habiendo en Palma y que está encareciendo los precios de la vivienda y el alquiler y dificultando el acceso a la vivienda", explicó una portavoz de la plataforma, María Bover.

La protesta llamó la atención de turistas curiosos que se interesaron por la protesta al ver la Catedral en venta. "¿Por qué protestan?", se detuvieron a preguntar algunos británicos, que al conocer el motivo, señalaron que "esto también pasa en Inglaterra".