La portavoz del Govern, Pilar Costa, emplazó ayer a la delegada del Gobierno, la popular María Salom, a actuar con “seny y responsabilidad” y le recordó que su recurso contra las ayudas del ayuntamiento de Pollença a la rotulación en catalán de los comercios donde ha provocado conflictos es en el seno del PP.

“El problema lo tiene en su casa, en el PP, no hace falta disparar a otras administraciones”, señaló Costa respondiendo a las declaraciones de Salom justificando su ofensiva contra las ayudas al catalán en “la sobredimensión del nacionalismo en Balears” del que culpó a la presidenta del Govern, la socialista Francina Armengol, a la que tildó de “radical”.

Costa exigió a Salom “responsabilidad” y “no crear un problema que nunca ha existido” en Balears con las ayudas a la rotulación en catalán, con las que el Govern “no tiene nada que ver” y el Ayuntamiento de Pollença lleva veinte años concediéndolas con el respaldo del propio PP, en donde los recursos de Salom han provocado una fuerte crisis interna. “Que hable con su propio partido y sus compañeros”, concluyó la portavoz del Ejecutivo.

Por su parte, Més acusó ayer de “falta de lealtad y altura institucional” a Salom por este recurso a las ayudas al catalán y denunció que la delegada del Gobierno es “incapaz de defender los intereses de Balears”.

En un comunicado, los portavoces de este partido, Bel Busquets y Guillem Balboa,criticaron que Salom emplee “las estructuras del Estado al servicio de los intereses partidistas del PP”.

Además, echaron en cara al PP y a Salom por “querer crear un conflicto lingüístico inexistente como una cortina de humo para ocultar la discriminación a los mallorquines en los Presupuestos Generales del Estado de 2018”.

Desastrosa política en Balears

“Més recuerda que, ante las políticas conservadoras y recentralizadoras del PP, los gobiernos del cambio han recuperado derechos como la carrera profesional que ahora el Gobierno español ataca”.

Sobre las ayudas del consistorio pollençí, Balboa insistió en que el Gobierno de Mariano Rajoy está buscando un “conflicto lingüístico inexistente para ocultar su desastrosa política hacia Balears”.