Casi mil plazas de policía han quedado vacantes en tres autonomías: Cataluña, Madrid y Baleares. Y es el alto coste de la vida en esos territorios lo que ahuyenta a los agentes a la hora de pedir esos destinos, además del rechazo social que sufren en el caso de la primera de esas tres comunidades.

En la convocatoria de este año, según los resultados publicados en la orden general de la Policía, han quedado vacantes 1.266 plazas, de las que en torno al 78 por ciento corresponde a la Comunidad de Madrid (475), Cataluña (471) y Baleares (52).

En el caso de Baleares se trata de 14 subinspectores, 20 oficiales y 18 agentes.

Frente a los destinos que no solicitan los funcionarios, en otras tres comunidades autónomas se cubren todos los puestos convocados. se trata de Asturias, Cantabria y Galicia, donde tradicionalmente se produce esta situación.

También este año, se han solicitado todas las de Ceuta y Melilla, mientras que en Navarra solo han quedado vacantes dos, en la Rioja tres y en Castilla y León cinco, dentro del concurso general de méritos para la provisión de puestos de trabajo en las escales de Subinspección y Básica.

¿Por qué a los policías no les atrae un destino como Barcelona, Madrid o Ibiza? Existe una motivación común en estos tres territorios: la carestía de la vida, según han manifestado a Efe fuentes sindicales.

Tanto el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Ramón Cosío, como el de la Unión Federal de Policía (UFP), José María Benito, recuerdan que el salario de un policía básico apenas asciende a 1.500 y 1.600 euros, una cifra con la que es prácticamente imposible alquilar una vivienda en esos lugares y hacer frente al resto de los gastos del día a día.

La cosa se agrava en el caso de Baleares, y más, según subrayan los portavoces sindicales, cuando en época estival los agentes recién salidos de la academia de Ávila son obligados a hacer prácticas en destinos turísticos como de esa comunidad con un sueldo base y sin cobrar dietas, a pesar de que, según Cosío, podría considerarse como una comisión de servicio.

En Ibiza, por ejemplo, y en plena temporada alta de julio y agosto, el alquiler de una vivienda puede incluso alcanzar los 3.000 euros, por lo que hasta seis agentes se ven obligados a compartir una y "vivir en 50 metros cuadrados", como señala el portavoz del SUP.

Los sindicatos insisten también en que la Policía Nacional no cuenta con instalaciones para residencia, ni permanente ni temporal, como sí ocurre en la Guardia Civil con las casas cuartel.

Además, la territorialidad, un concepto que se incluye en la nómina de los policías que trabajan en Barcelona o Madrid, es de apenas 78 euros mensuales en la Ciudad Condal y de 175 en la capital, lo que tampoco compensa el alto coste de la vida.

Más allá del precio, hay otras motivaciones más específicas para no pedir determinadas plazas. En Cataluña, el rechazo social que en los últimos años están sufriendo los agentes de las fuerzas de seguridad del Estado ha engrosado la lista de razones para huir de ese destino, así como la "obligación" de saber catalán y escolarizar a los hijos.

"Durante décadas hemos trabajado sin problemas en Cataluña y ahora nos ven como una fuerza de ocupación. Y no lo somos", lamenta Ramón Cosío.

Sin olvidar que, al igual que en el País Vasco, Cataluña cuenta con una policía autonómica integral que asume la mayoría de las competencias policiales, por lo que la de las fuerzas de seguridad del Estado se quedan limitadas a las fronteras, la "información" y, en muchos casos, la vigilancia estática de edificios de la Administración del Estado.

Por ello, como resaltan las fuentes, el desarrollo vocacional y profesional de un agente con aspiraciones se queda "corto" en ambas comunidades, aunque en Euskadi solo han quedado vacantes diez plazas.

Y es que, como explica Benito, desde hace muchos años los policías preferían trabajar en el País Vasco no solo porque estaba mejor pagado por el problema del terrorismo, sino porque la comunidad está más próxima de los lugares de origen de los agentes (Galicia, Asturias o Castilla y León) que Cataluña.

Con todo, fuentes del Ministerio del Interior han asegurado a Efe que las plazas desiertas se cubrirán este verano con los agentes en prácticas y después con la promoción de 1.300 nuevos policías, que se incorporarán al destino que soliciten en función de su nota.