Los recursos de la Abogacía del Estado contra las ayudas al comercio para rotular en catalán por parte de los ayuntamientos de Pollença y Capdepera han abierto una profunda crisis en el PP balear, hasta el punto de que el líder del partido, Biel Company, convocó ayer a la dirección popular a una reunión de urgencia para intentar diseñar una estrategia común. El encuentro acabó sin acuerdo ante la diferencia de posturas en un asunto que levanta ampollas en las filas populares de las islas. El caso de Pollença ha sido especialmente significativo, dado que el PP votó a favor de estas subvenciones.

La reunión de ayer en la sede del partido se alargó durante dos horas, en las que en lo que sí hubo acuerdo fue en el silencio informativo posterior. Company, con rostro serio y hablando por teléfono, abandonó la sede haciendo caso omiso a los intentos de los periodistas por obtener una respuesta. Posteriormente, sin embargo, en la celebración de un acto por el Día de Europa, el presidente del PP balear echó balones fuera respecto a la polémica: "No nos metemos en aspectos legales que pueda haber o dejar de haber", dijo. "La directriz del PP en tema de lengua es clarísima: el partido tiene muy claro que hay dos lenguas oficiales, las queremos las dos y queremos potenciar las dos", añadió.

El resto de los miembros de la dirección popular también rehusaron hacer declaraciones, afirmando en el mejor de los casos que en el encuentro se habían hablado de muchos asuntos. Ni siquiera la portavoz parlamentaria popular, Marga Prohens, quiso pronunciarse más allá de dejar claro que ella estaba de acuerdo con el voto a favor del PP de Pollença a las ayudas a la rotulación en catalán. Jeroni Salom, presidente del PP de Mallorca, se limitó a realizar un significativo comentario: "No llegará la sangre al río... Por ahora".

Las declaraciones de la delegada del Gobierno, María Salom, en apoyo de los recursos de la Abogacía del Estado fueron el martes la puntilla para que estallara el malestar en las filas populares, en especial en el sector regionalista que aupó a Company a la presidencia del partido frente a José Ramón Bauzá.

La política lingüística del Govern de Bauzá en la pasada legislatura fue una de las cuestiones que pasó factura al PP en las autonómicas de 2015 y que creó más tensiones en el seno del partido. Ahora, a un año de las próximas elecciones, los recursos del Gobierno central dan un arma a los partidos del Pacto contra el PP, con el mensaje de que un Govern de Company hará lo mismo que el de Bauzá. Ayer mismo, el portavoz parlamentario socialista, Andreu Alcover, incidía en que "las políticas de Bauzá en contra de la lengua propia continúan con el PP actual y con la complicidad de Company".

"El problema es que no hay una estrategia clara del partido y así se da alas a la amenaza de que 'viene el lobo' si vuelve el PP", coincidían ayer algunos de los barones regionalistas que ven cómo el Gobierno central, con el apoyo de Salom, pone en jaque algunas de las cuestiones que defendía e incluso impulsaba el PP en las isla, en referencia no sólo a la política lingüística sino también a asuntos como la carrera profesional de los funcionarios.