Laura Cameron, la empresaria de la noche acusada de liderar una presunta trama de estafas en establecimientos de todo incluido con falsas intoxicaciones alimenticiastrama de estafas en establecimientos de todo incluido con falsas intoxicaciones alimenticias, rechazó ayer ante la jueza María Pérez Ruiz haber participado en esos delitos y rehusó contestar las preguntas de los hoteleros, víctimas del fraude millonario.

Cameron, defendida por los abogados Gabriel Lladó y Jorge Navarro, admitió que su red de tiqueteros se dedicó durante unos meses, entre 2016 y 2017, a recopilar datos personales de turistas en Mallorca para empresas británicas de marketing, pero añadió desconocer el destino de esa información.

Cameron, detenida a principios del pasado septiembre por la Guardia Civil, junto a seis presuntos captadores de turistas, ofreció ayer su primera versión sobre este caso. Tanto en dependencias policiales, como ante el juzgado de guardia, donde fue puesta en libertad, la empresaria se acogió a su derecho a no declarar.

Ayer únicamente respondió a preguntas de la magistrada y de sus abogados y declinó responder a los letrados Carolina Ruiz y Jaume Campaner, que representan, respectivamente a la cadena Mac Hoteles y a la Federación Hotelera de Mallorca. En el sumario también están personados como acusaciones Meliá Hotels International y Amla Explotaciones Turísticas S.A., representados por Fernando María Gragera y Josep Zaforteza.

"Poseo una empresa llamada Elite Projetc Marketing, que es una empresa de recogida de información, recogemos números de teléfono y nombres de turistas británicos y vendemos esos datos a empresas de marketing, que compran los números de teléfono y los nombres por si les pasa alguna incidencia (durante sus vacaciones en Mallorca), dentro de esos supuestos están las intoxicaciones alimenticias", explicó la empresaria de origen inglés afincada en Calvià.

Según la declarante, los compradores de esa información eran tres empresas británicas: HH Law Limited, un bufete de abogados; UK Holiday Claims y Ruby Diamond, estas dos últimas dedicadas al marketing.

Hablando por la calle

"La información la recogemos hablando con los turistas por la calle, pero no les preguntamos si han tenido un problema alimenticio (en sus hoteles de todo incluido); los datos que recopilamos son para muchas finalidades distintas; nosotros recogemos los datos con los criterios que nos piden y nos da igual si los turistas reclaman o no (a sus touroperadores u hoteles)", añadió Cameron. Según la principal encausada, HH Law Limited le pagaba cinco mil libras esterlinas por aproximadamente mil nombres y teléfonos de turistas, lo que al cambio sale a más de 5,5 euros por personada captada.

De acuerdo con el atestado de la Guardia Civil, ese bufete, especializado en reclamaciones de consumo (entre ellas las intoxicaciones alimenticias) transfirió a Cameron, entre octubre y diciembre de 2016, 34.717 euros.

Pagos a los tiqueteros

Elite Projetc, según los investigadores, realizó diversas transferencias a los tiqueteros de la red, entre los que destaca Simon Robert F., que fue detenido en la operación.

Este imputado reconoció haber cobrado de la empresa UK Holiday Claims cien libras por cada turista captado por él en Mallorca y que acababa reclamando a su hotel, aunque rechazó haber animado a presentar falsas denuncias.

Cameron admitió ayer haber pagado dos facturas de 950 y 150 euros a Simon Robert F. por recoger información, aunque luego dejó de trabajar con él.

La Guardia Civil, en su atestado, destacó que las estafas a los hoteles venían cometiéndose desde 2014 y que, hasta 2017, habían supuesto pérdidas para los afectados de más de 60 millones a escala nacional.

Laura Cameron destacó ayer que ella solo recogió datos a los turistas entre finales de 2016 y la primavera de 2017.