La plataforma Stop Desnonaments ha logrado paralizar esta mañana el desahucio de una familia en un piso de Son Gotleu. Una veintena de vecinos del barrio y activistas convocados por esta entidad se han parapetado en el portal del edificio para evitar la entrada de la comitiva judicial que debía hacer efectiva la orden de desahucio.

Como consecuencia de la protesta, una representante de la empresa propietaria del piso ha decidido conceder a Yoselin Alarcón y sus tres hijos- un mes de margen para buscar otro piso.

La familia habita el inmueble desde septiembre, cuando una pareja se lo alquiló después de cobrarles 800 euros por la fianza y la primera mensualidad. Sin embargo, todo fue un engaño. Tal como publicó este diario el pasado lunes, los supuestos propietarios desaparecieron después de cobrar y poco después Alarcón supo que estaban okupando el piso de manera ilegal.

Alarcón y sus hijos -dos menores- decidieron quedarse, pero en diciembre el piso, propiedad de Bankia, fue adquirido por Edimburgo Investment S.L.. Un "fondo buitre", en palabras de Stop Desnonaments, que cursó una orden judicial de desahucio. Un representante de la empresa llegó a ofrecer dos mil euros a la familia para que abandonaran el inmueble.

Esta mañana dos activistas se han encadenado al portal del edificio y varios vecinos han colocado delante un contenedor para obstaculizar en lo posible el paso de la comitiva judicial. Agentes de la Policía Nacional primero y de la Policía Local después han vigilado de cerca la protesta, pero no han tenido que intervenir.

Los activistas han estallado con gritos de júbilo cuando ha trascendido la decisión de aplazar el lanzamiento, aunque han advertido de que dentro de un mes volverán a concentrarse en el mismo sitio para evitar el desahucio.

La familia asume que está okupando el piso ilegalmente después de ser "estafados", pero reclama más tiempo para encontrar un alquiler asequible o bien un improbable acuerdo con la Edimburgo Investment S. L. para que les conceda un alquiler social.