Los dos inspectores de Policía que fueron señaladas por la madame como las dos personas que, en nombre del Grupo Cursach, le habían quitado la documentación y le habían realizado una propuesta económica para que se fuera con su hijo al extranjero, han asegurado esta mañana que la mujer fue utilizada por otros funcionarios policiales para perjudicarles. En concreto han acusado a una inspectora y a un agente del Grupo de Blanqueo, diciendo que habían utilizado a la testigo protegida para perjudicarles por rencillas, tanto personales, como profesionales.

Los dos inspectores han declarado como testigos a petición de su abogado, que ejerce la acusación particular en la causa por presunto falso testimonio que se inició tras la denuncia de la fiscalía Anticorrupción. Una decisión que se basaba en una investigación, realizada por la propia Policía, después de que se descubriera que la mujer había mentido al señalar que dos inspectores le habían llevado a la fuerza a Jefatura, tras quitarle la documentación, para proponerle la oferta económica. Estas graves acusaciones fueron recogidas en una declaración grabada, celebrada en un bar de Palma, en presencia de un agente de Policía y del juez Penalva. El magistrado puso en duda esta versión y ordenó que se investigaran los hechos. Así, se comprobó que la mujer, en las fechas que ella indicaba, no fue conducida al edificio policial, ya que su imagen en ningún momento fue recogida por las cámaras de seguridad. Y también se comprobó que los dos inspectores señalados, en ningún momento, ni entraron, ni salieron juntos del edificio policial. Además, en las señales de localización de sus respectivos teléfonos no les sitúan en los alrededores de la vivienda de la mujer, que fue donde ella indicó que le habían quitado la documentación.

Uno de los funcionarios señalados por la madame explicó que nunca había visto a la mujer. Sin embargo, explicó que mantuvo una relación sentimental con la inspectora que participaba en la investigación del caso Cursach y que terminó de malos modos. Por ello, insinuó que su compañera fue, supuestamente, la que facilitó su fotografía para que la madame le identificara.

El otro inspector afirmó también que sufrió una venganza de unos compañeros policías por motivos estrictamente profesionales. Señaló al juez que ha mantenido una mala relación con los integrantes del grupo de Blanqueo que investigó el caso Cursach, y señaló que en una ocasión tuvo que llamarle la atención a una inspectora porque le facilitó un cigarrillo a un testigo protegido del caso, que estaba detenido en los calabozos.

Por su parte, la madame también ha declarado esta mañana por segunda vez, a petición del abogado de la acusación particular. Ha ratificado que era cierto que dos personas, que se identificaron como policías, se presentaron en su casa, le quitaron la documentación y la condujeron a comisaría, donde le presentaron la oferta económica. Sobre la identificación de los dos inspectores, la mujer ha señalado que fue uno de los policías el que le identificó a las personas que tenía que señalar cuando estuviera declarando ante el juez Penalva. Explicó que antes de reunirse con el magistrado, tuvo un encuentro previo con el agente, que le mostró las fotos de los policías que tenía que identificar.