Abril se ha cerrado con una buena evolución del mercado laboral balear, y muy especialmente en el sector de la hostelería. La cifra de empleados en este último se ha situado en 99.442, la más alta de su historia en esa época del año, y se ha colocado un 55% por encima de la que se daba al inicio de la crisis, en 2009. El motivo es el adelanto de la temporada turística que se está registrando en las islas durante los últimos ejercicios, según han destacado el conseller de Trabajo y el director general de Empleo, Iago Negueruela y Llorenç Pou respectivamente.

La cifra de afiliados a la Seguridad Social en el archipiélago durante el mes pasado fue de 492.038, lo que supone un incremento del 3,3% respecto al mismo periodo de 2017, una tasa que se sitúa ligeramente por encima de la media estatal, del 3%. Aunque el dato es menos significativo a causa de la estacionalidad de la economía isleña, si se hace la comparación en relación a marzo, la cifra de personas con un puesto de trabajo se ha incrementado en 43.133, lo que supone que uno de cada cuatro empleos creados en España durante ese mes es de Balears.

Esta mejora alcanza además a todos los sectores de la economía de archipiélago, con alzas interanuales del 3,4% en los servicios, del 4,8% en la construcción, del 2,7% en la industria y del 2% en la agricultura.

Respecto al desempleo, la cifra de parados registrados en abril se situó en los 45.624, con un descenso del 5,5% en relación a 2017. En relación a marzo, la bajada es de un 15,1%, un hecho de nuevo vinculado a la estacionalidad.

La bajada del paro se da en todos los sectores de la economía balear, y un aspecto destacado por el conseller y el director general es que este recorte es especialmente acentuado entre los desempleados de larga duración, con un 16,4%.

Todos estos datos suponen que Balears tenía durante el pasado abril un 9% más de personas trabajando que en 2008. Madrid tiene un 1,5% más. Eso las convierte en las dos únicas comunidades que han recuperado, e incluso superado, todo el empleo destruido durante la crisis. Además, las islas tienen un 10,6% más de parados que en 2008, el aumento más limitado de toda España. Como referencia basta señalar que en el conjunto del país hay un 42,6% más de parados que antes de la crisis, y que en Castilla-La Mancha esa diferencia crece hasta el 72,3%.

Luces y sombras

Iago Negueruela y Llorenç Pou han subrayado algunos factores con una evolución especialmente positiva, y otros que se mantienen como asignaturas pendientes en las islas.

En el lado de las luces, se valora que el crecimiento del empleo sea especialmente fuerte entre los mayores de 45 años y entre los menores de 25, colectivos muy golpeados durante la crisis, y que la contratación este siendo muy intensa en la jornada completa, con un tiempo parcial cada vez menos significativo. También se destaca que ocho de cada diez nuevos afiliados sean indefinidos.

Sin embargo, en el lado de las sombras se encuentra el hecho de que la contratación temporal sigue siendo, en cualquier caso, demasiado alta, o que el número de parados que no cobran ninguna prestación se haya situado en 25.692, es decir, más de la mitad.

Sobre la temporalidad, el conseller se ha mostrado convencido, vista la buena relación existente con el ministerio de Empleo en materia de inspecciones, de que este verano se reeditará la campaña de controles con personal llegado de la península.