La magistrada del juzgado de lo Penal número 2 de Palma ha dictado una sentencia por la que se absuelve al ciudadano rumano, que fue acusado de acosar a uno de los testigos protegidos del caso Cursach, en concreto el número 29. La juez ordenó la inmediata puesta en libertad del acusado, que estaba en prisión preventiva desde el mes de octubre, después de que supuestamente hubiera incumplido la orden que le impedía acercarse al denunciante. El acusado ha sido defendido por el abogado José Ignacio Herrero, a quien la juez da la razón, frente a la acusación de la fiscalía Anticorrupción, que reclamaba una condena de tres años de cárcel para el acusado Adrian V.

El testigo y el acusado habían trabajado juntos en Tito's y habían mantenido una amistad que, según refiere la sentencia, se rompió desde el momento en el que el joven rumano comenzó a salir con una chica. El testigo afirmó que Adrián le hizo llegar una oferta económica para que cambiara de versión en el caso Cursach y dijera que no era cierto lo que había contado.

Entre ambos se han presentado numerosas denuncias cruzadas y, según contó el acusado, el testigo protegido le venía persiguiendo y le responsabilizó de una serie de incidentes que le ocurrían en su casa, como la entrega de comida que no había pedido, o la llegada de la Policía por una pelea con su novia, que tampoco se había producido. El testigo lo negó y mantuvo la versión contraria.

El motivo de la detención de Adrián en el mes de octubre se debió a que ambos coincidieron en el Polígono de Son Castelló. El denunciante había acudido a un concesionario de coches y el acusado a un almacén. Según el testigo, el acusado le estaba siguiendo. Sin embargo, la magistrada cree que Adrián pudo justificar su presencia en ese lugar y señala que no existe coincidencia en las horas que describen ambos protagonistas.

Por diferentes episodios que describe en la sentencia, la juez no da validez a la versión del denunciante. No descarta que exista un móvil de odio o venganza en las denuncias del excamarero de Tito's y por este motivo no se ha creído su versión de los hechos.

Sin embargo, deja muy claro que esta conclusión que alcanza "no es extrapolable" a los otros casos que se han juzgado y que se han condenado. Igualmente, la juez también afirma que el acusado no ha dicho "toda la verdad", aunque recuerda que "no tiene la obligación de decirla" y entiende que puede mentir porque "probablemente tiene miedo de lo que le pueda ocurrir por amenazas de otras personas que no son el testigo 29" del caso Cursach.