Los hoteleros abandonaron la Cámara de Comercio de Mallorca en 2012 dando un sonoro portazo por sus desavenencias con el entonces presidente de este organismo, Joan Gual de Torrella, y en un momento de fuertes tensiones con el resto de patronales turísticas en torno a la ley que preparaba el que fuera conseller del ramo, Carlos Delgado. Seis años después regresan a su Pleno, un hecho que es valorado de forma unánime por el sector empresarial y que se achaca al "nuevo talante" mostrado por las personas que ahora se encuentran al frente de la federación hotelera de la isla.

El sector hotelero va a regresar a la Cámara con seis representantes. Una de ellas, y dentro de la cuota que corresponde a la patronal CAEB, es la actual presidenta de la federación hotelera de Mallorca (FEHM), Maria Frontera. Otros dos miembros del Pleno cameral llegarán como portavoces de las grandes empresas que más contribuyen a la financiación de la Cámara, en este caso seleccionados por los grupos hoteleros Riu y Meliá. Finalmente, hay otras tres plazas deben de cubrirse durante las elecciones del próximo día 22, pero como solo se han presentado tres candidatos por el sector, tienen ya su puesto garantizado: son el presidente de la asociación hotelera de Palma, Javier Vich; su homólogo en la Colònia de Sant Jordi, Gregori Bonet; y el director general de HM Hotels, Antoni Horrach. La aparición de este último es especialmente destacada por haber presidido la patronal hotelera entre 2007 y 2010 y por haber mantenido un conocido enfrentamiento con las personas que le sustituyeron hasta la llegada de Maria Frontera al cargo.

Hay un aspecto subrayado por todos los empresarios consultados: la vuelta de los hoteleros supone recuperar una normalidad que nunca debía de haberse roto, con una marcha que es calificada de "error" y de "absurda".

¿Cómo se llegó a semejante nivel de tensión entre la patronal hotelera y la Cámara? Todas las personas consultadas apuntan en la misma dirección, y lo achacan a una estrategia de "o se hace lo que mando, o me voy", de la que "Simón Pedro Barceló era el general, Aurelio Vázquez el comandante e Inma de Benito la capitana", según el símil militar empleado por un dirigente empresarial, en referencia al copresidente del Grupo Barceló y a los que también han sido presidentes de los hoteleros isleños.

A este equipo se le responsabiliza de una política destinada a tener el máximo de influencia posible en la isla y de querer poner al frente de todos los organismos de representación empresarial a personas afines. Como ejemplo, se recuerda el papel protagonista que Aurelio Vázquez mantuvo a la hora de conseguir que Carmen Planas llegara a la presidencia de la CAEB.

La guerra entre esa parte del sector hotelero y el entonces presidente cameral, Joan Gual, también era sobradamente conocida. El ´pecado´ de este último fue el de dar cobijo en la Cámara a los sectores empresariales que se oponían a la ley de Delgado que defendían los hoteleros, como restauradores, salas de fiesta, comercio turístico o promotores inmobiliarios.

Pero el sucesor de Gual y actual presidente saliente, Jose Luis Roses, tampoco lo ha tenido fácil, y algunos empresarios hablan de una carta remitida por Aurelio Vázquez protestando porque la Cámara había elaborado un estudio sobre el alojamiento turístico, al considerar que no tenía competencias en esa materia.

Si en algo coinciden todos es en que la salida de Vazquez y De Benito de la federación y la llegada de Maria Frontera ha ido acompañada de un evidente cambio de talante, aunque algunos no ocultan que en eso ha influido el buen momento que vive el sector. "Cuando no hay problemas, no hay tensiones", se destaca.

Independientemente de las causas, eso supone que el sector empresarial más importante de la isla vuelve a la Cámara tras una ausencia de seis años.