Más de 50 psicólogos de Balears han suscrito un comunicado que firman 1.870 profesiones de este colectivo, que va dirigido al ministerio de Justicia y a la ciudadanía, en respuesta a la polémica que se ha originado como consecuencia de la sentencia contra la denominada 'La Manada'. Un comunicado que se basa en el conocimiento de especialistas en tratamientos de traumas sufridos por víctimas de diversas formas de maltrato, abuso sexual, abandono o negligencia, así como de profesionales expertos en sexología, género y violencia maxista. El propósito del comunicado que han redactado es doble. Por una parte pretenden facilitar una información científica que ayude a aclarar algunos aspectos problemáticos de la violación de Pamplona. Y, por otra parte, realizar una reflexión basada en evidencias sobre el sistema patriarcal y las consecuencias que tiene para la sociedad en general, pero sobre todo para las mujeres y para los niños. Los psicólogos explican el impacto traumático que puede sufrir una persona ante un determinado suceso, y lo hacen para entender el consentimiento de la víctima, y de sus posibles reacciones, ante una situación como la que describe la sentencia de la Audiencia de Pamplona. Así, basándose en la teoría Polivagal de Porges, "ante una situación de amenaza de muerte, lesión grave o violencia sexual, es común una respuesta de inmovilización cuando no es posible huir ni escapar". Ante estas situaciones se activa una parte del sistema parasimpático y la respuesta de la víctima es que se queda inmóvil, el corazón late más lento y se reduce la sensibilidad al dolor. Ante esta descripción científica, los psicólogos aseguran que no tiene ningún sentido cuestionar el consentimiento o la reacción de la víctima, ya que su capacidad está anulada frente a la amenaza. Y tampoco creen que pueda ser determinante la respuesta sexual de la esta mujer, dado que en ese momento su organismo generaba sustancias para producir una analgesia frente al dolor, "estando disociada e inmovilizada". Los psicólogos, además, insisten en que tampoco se puede cuestionar la capacidad de la víctima de la agresión para recuperarse de la adversidad, sino lo que hay que hacer es apoyarla en este proceso.

Los psicólogos no entienden, y así lo expresan en el comunicado, el debate que se ha suscitado alrededor de esta mujer, en vez de profundizar sobre las medidas que nos lleven a conseguir una sociedad libre de violencias, sobre todo para la mujer. Consideran también que "en una sociedad es responsabilidad de todas y todos, desde Policía a profesiones de la judicatura, actuar con profesionalidad, objetividad y ética, sin cuestionar situaciones de violencia probada, ni confundirlas con jolgorios (en referencia al voto particular del juez), ya que conforma un caldo de cultivo para la violencia".

E insisten en que, de esta forma, "la mujer y, en particular, su cuerpo, sufren una cosificación que la transforma de persona en objeto. Un objeto que, como tal, puede ser utilizado, ni siente, ni padece y no es vulnerable al sufrimiento".

No creen los psicólogos que las víctimas deben justificar ante los jueces sus reacciones ante una situación como la que describe la sentencia de 'La Manada' por cuanto la "paralización y el bloqueo son reacciones automáticas y normales ante el pánico, desde el punto de vista psicobiológico". Y en este sentido, denuncian que estos ataques a la víctima no ayudan al propósito de la justicia y lo único que se consigue es "culpabilizar a la persona agredida".