Semana sí y semana también la Policía y la Inspección de Trabajo desmantelan en Balears alguna red de explotación laboral de los trabajadores rayana en la esclavitud. La temporada alta en hostelería dura unos meses y se abre la veda para algunos empresarios que quieren enriquecerse a costa de obligar a su plantilla a jornadas eternas y semanas sin días de libranza. El beneficio se incrementa si no se pagan las horas extra y si el trabajo de diez personas lo sacan adelante seis.
Patronal, sindicatos y Govern se han puesto de acuerdo en hostelería en buscar unos módulos máximos de carga laboral y en vigilar que no se sobrepasen. Es un buen comienzo que debería traducirse en una humanización del sector que redundaría en una mejor atención a los turistas. Las empresas llevan año aumentando sus beneficios y esa bonanza debería servir para mejorar la situación laboral de sus plantillas. Si queremos una oferta de calidad debemos velar porque las camareras de pisos, el resto de personal de los hoteles y los empleados de bares y restaurantes trabajen en condiciones dignas.
