Técnicos de la conselleria de Trabajo y de la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales en la Hostelería van a ser los encargados de medir las cargas laborales existentes en este sector, junto al de restauración y salas de fiesta, para determinar si se producen abusos, según el acuerdo alcanzado hoy entre el citado departamento autonómico, la patronal hotelera y los sindicatos UGT y CCOO, y que ya se había previsto en la firma de su convenio colectivo.

En concreto, el compromiso obtenido contempla la creación de una mesa técnica, que mantendrá reuniones mensuales y va a ser la encargada de diseñar los criterios que se van a tener en cuenta para detectar las posibles sobrecargas de trabajo, un problema que según la Conselleria y los sindicatos existe, y cuya vigilancia es aceptada por los empresarios.

Esta decisión ha sido adoptada en una reunión en la que han participado la directora general de Trabajo, Isabel Castro, los secretarios generales de las federaciones de hostelería de UGT y CCOO, Antonio Copete y Silvia Montejano respectivamente, y las presidentas de la Federación Hotelera de Mallorca y de la citada fundación, Maria Frontera y Carmen Marín por este orden.

Un dato: todos los participantes han salido de la reunión haciendo una valoración positiva de la misma. El control de las cargas de trabajo se hará extensivo a todos los profesionales del sector, desde las camareras de piso al personal de cocina o de recepción, por citar algunos ejemplos.

Isabel Castro no ha ocultado la existencia de ese problema y ha recordado la elevada cifra de accidentes laborales que se registran en este sector, aunque ha apuntado también a que éstos parecen haberse estabilizado, tras unos meses en los que este problema ha estado sobre la mesa y se han iniciado los estudios sobre ergonomía entre los empleados de estos sectores.

Además. y una vez se ponga en marcha esta vigilancia, la directora general ha recordado que los incumplimientos por parte de las empresas en esta materia pueden ir acompañados de sanciones que van desde los 2.041 euros a los 800.000.

La presidenta de los hoteleros mallorquines ha asegurado que su patronal es receptiva ante la vigilancia de posibles abusos, pero rechaza que éstos se puedan generalizar y subraya que la realidad de cada establecimiento es diferente.

Maria Frontera ha recordado las fuertes inversiones que muchos establecimientos han hecho para elevar su categoría, y ha defendido que disponer de plantillas ajustadas es fundamental para garantizar un servicio de calidad que deje satisfechos a los clientes. Por ello, ha señalado que la federación hotelera está dispuesta a apoyar el estudio y a evaluar el número de personas que se necesitan para prestar el citado servicio.

Silvia Montejano y Antonio Copete se han mostrado especialmente satisfechos con el resultado de la reunión, por cuanto supone avanzar a la hora de afrontar un problema que en su opinión está muy extendido. En este aspecto, han señalado que durante la crisis se aplicaron recortes en las plantillas que durante la etapa de la recuperación no se han compensado totalmente, y ello pese a que la modernización de muchos establecimientos y el aumento de sus categorías ha permitido ampliar el número de habitaciones. Esta falta de personal se refleja, han añadido, a la hora de realizar las elecciones sindicales y comprobar el censo de las plantillas en cada empresa.

A la hora de diseñar la "herramienta" para medir esas cargas, se reconoce que se va a tener en cuenta el tipo de establecimiento "ya que no se trabaja igual en un hotel de playa que en uno de ciudad". En cualquier caso, se insiste en que esa vigilancia se va a aplicar sobre las empresas hoteleras pero también sobre las de salas de fiesta y de restauración, y se señala a estas últimas como las que registran las mayores irregularidades en materia de horarios y libranzas de sus plantillas.