La puesta en marcha de la Oficina Anticorrupción está provocando nuevas tensiones por los "movimientos", en palabras del portavoz parlamentario de Podemos, Alberto Jarabo, que podrían limitar la independencia del director, Jaume Far. "Este riesgo existe", admitió ayer Jarabo después de la Junta de Portavoces del Parlament en la que se aprobó el procedimiento para la aprobación del reglamento de funcionamiento de este organismo con los votos a favor del Pacto y la abstención del PP, El Pi y Ciudadanos.

Aunque Jarabo no quiso desvelar si con estas palabras se refería a sus socios del Pacto, tampoco lo rechazó. "Hemos visto que según cómo se modifique el procedimiento puede llevar a una situación en la que podría haber una limitación de la capacidad del director, este riesgo existe y son los partidos los que han de ser conscientes de qué capacidad han de otorgar al director de la Oficina"., afirmó. Añadió que Podemos ha instado a todos los partidos a "ser valientes para no intentar controlar la acción de la Oficina Anticorrupción".

El reglamento, según el procedimiento acordado ayer, se tramitará en comisión parlamentaria en base a un texto propuesto por Far, quien podrá plantear la retirada de su propuesta si durante la tramitación sufre cambios con los que no esté de acuerdo, pero no tiene por qué aceptárselo. "Pensamos que todos los partidos que han aprobado la Oficina Anticorrupción serán capaces de llegar a acuerdos con el director para conciliar el reglamento que ha propuesto y mejoras que se puedan aprobar en el Parlament", dijo Jarabo en referencia a PSIB, Més y Podemos.

La portavoz popular, Marga Prohens, calificó de "farragoso" el procedimiento de aprobación del reglamento y consideró que el que haya salido adelante solo con el apoyo de los partidos del Pacto no es positivo. Prohens recordó que el PP no estaba a favor de que se creara la oficina Anticorrupción ya que "sus funciones pueden realizarlas la Sindicatura de Comptes y el Consell Consultiu"