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Sanidad

Un total de 80 personas trans son atendidas actualmente en Son Espases

Fernando Rivera, psicólogo de la Unidad de Identidad de Género, revela que 42 son menores de 18 años y 38 adultas

Fernando Rivera, psicólogo clínico responsable de la Unidad de Identidad de Género de Son Espases. CAIB

Un total de 80 personas, 42 adolescentes y 38 adultos, están siendo atendidas en estos momentos en la Unidad de Identidad de Género (UDIG) de Son Espases, dispositivo asistencial con apenas un año de vida. Fue creado en enero de 2017 a raíz de la promulgación de la ley 8/2016, de 30 de mayo, para garantizar en Balears los derechos de lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersexuales y para erradicar la LGTBI fobia.

Esta cifra duplica en número a los usuarios que la UDIG estaba atendiendo hace ahora un año, en abril de 2017, cuando en la unidad eran visitados 28 transexuales menores y 11 adultos.

Su responsable, el psicólogo clínico Fernando Rivera, detalla que 42 de estas personas usuarias actuales son infanto adolescentes, esto es, menores de 18 años, de los que 28 son hombres trans (que nacieron biológicamente mujeres) y 14 mujeres trans.

Aunque desde la creación de la unidad hasta el pasado 7 de marzo han sido atendidos por la UDIG un total de 72 adolescentes, tan solo los citados 42 (un 58,33%) confirmaron su identidad sentidad y su transexualidad, matiza el psicólogo que conduce la misma.

"En la población infantil y adolescente es habitual que se den casos de orientaciones sexuales no clarificadas", matiza Rivera.

Sin embargo, de las 43 personas usuarias adultas, 38 han confirmado su transexualidad, 26 de ellas hombres y 12 mujeres, añade el psicólogo, que explica que las cinco restantes acudieron a la UDIG para realizar una consulta por las dudas que albergaban respecto a lo que sentían.

Y uno de los casos era una persona intersexual, término que define a los que su sexo biológico tiene tanto un componente masculino como femenino. "En el momento del nacimiento tienen, a nivel biológico, parte de ambos sexos. La palabra intersexual alude a lo que antes se definía, de manera errónea, como hermafrodita", apunta el psicólogo clínico.

La sociedad como obstáculo

Preguntado sobre cuál es la principal demanda de este colectivo, Rivera contesta que, tanto entre las personas usuarias adultas como entre los progenitores de los menores, la reclamación prioritaria es la "adaptación social a una sociedad binaria. ¿Y qué hacemos desde la Administración?", se pregunta Rivera antes de autoresponderse que "legislar y crear espacios y servicios para que la sociedad no les genere dificultades en su proceso de autoafirmación de género. Su problema no está en ellos, que no tendrían ninguno si la sociedad les allanase un poco el camino", reflexiona.

En la duplicación de usuarios en tan solo un año, Rivera solo encuentra aspectos positivos ya que considera que "estos procesos de visibilidad social animan a más personas a decir 'yo tambien'. Se trata de una reacción muy positiva ya que ayuda a otras personas a darse cuenta de su situación y a pedir ayuda".

Inquirido sobre cuántos de las actuales personas usuarias de la UDIG proceden de otras islas, Rivera admite que la procedencia mayoritaria es Mallorca y que tan solo ha atendido cuatro casos de personas que tienen fijada su residencia en Eivissa y dos en Menorca. Y ante la pregunta de si opina que con la creación de sendas unidades de identidad genero en estas islas aflorarían más casos, Rivera opina que no, que el personal de estas áreas de salud ya ha sido formado para detectar y atender estas identidades de género no ajustadas al sexo del nacimiento. "Yo mismo me he desplazado a Eivissa y a Menorca para formar al personal tanto de Atención Primaria como de Hospitalaria", revela.

"Deslealtad" de Ben Amics

En otro orden de cosas, el coordinador autonómico de Salud Mental, Oriol Lafau, lamentó ayer el comunicado emitido la semana pasada por Ben Amics, Associació LGTBI de les Illes Balears, en el que aseguraba que la conselleria de Salud estaba dando la espalda a las mujeres transexuales a la hora de acceder a las cirugías de reasignación genital.

"Para mi ha sido una deslealtad, me lo he tomado fatal porque hemos estado trabajando muy estrechamente con ellos y los avances han sido brutales en pocos meses. Llamé a Ben Amics para quejarme y desde Chrysallis (Asociación Estatal de Familias de Menores Transexuales) me dijeron que ellos no tenían nada que ver", explicó Lafau, que adelantó que este jueves presentarán el convenio suscrito con Barnaclínic para acelerar las vaginoplastias y recalcó que Ben Amics lo sabía antes de emitir el duro comunicado. Este diario intentó ayer infructuosamente recabar su opinión.

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