El empresario Bartolomé Cursach se ha desplazado esta mañana al juzgado de instrucción número 12 de Palma para entegar el pasaporte. Acompañado por su abogado Fernando Mateas, el empresario ha entregado el documento que le exigía la Audiencia de Palma, que ayer decretó su libertad bajo fianza de un millón de euros.

A pesar de la elevada cifra económica Cursach apenas necesitó una horas para poder reunir el dinero. Poco antes de las ocho de la tarde su abogado presentaba en el juzgado un talón conformado por un millón de euros, que viene respaldado por una entidad bancaria.

Cursach, que ha llegado al juzgado en un potente coche que conducía su hijo, no ha querido realizar ningún tipo de declaración. Ha saludado a los vigilantes de seguridad y ha salido del juzgado acompañado del abogado Fernando Mateas. A la salida le esperaba una nube de periodistas y, si bien no ha realizado manifestaciones, no ha puesto ningún impedimento a que se le fotografiara.

Cursach, según ordenó ayer la Audiencia, no puede salir de España, salvo por autorización expresa, de allí que esta mañana ha entregado su pasaporte. Además, cada lunes tiene que comparecer en el juzgado.