El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia de Palma ha entendido que el riesgo de fuga que aludía la fiscalía Anticorrupción para oponerse a la puesta en libertad de Cursach, a fecha de hoy se ha atenuado. Y lo mismo ocurre sobre la posibilidad de que se produzca una reiteración delictiva, como también aludía la fiscalía. Por este motivo, la Sala ha decidido la libertad del empresario del ocio, siempre y cuando abone una fianza de un millón de euros, que puede hacerlo con dinero en metálico o a través de un aval. Si sale de prisión, el empresario debe señalar un domicilio y todos los lunes de cada mes tiene que hacer acto de presencia en el juzgado, para comprobar que o se ha fugado. Además de la fianza económica, el tribunal acuerda la prohibición de que Cursach salga de Mallorca o del territorio español, salvo por autorización expresa del juzgado. Tendrá que entregar el pasaporte en el juzgado y se acuerda informar a la Policía de fronteras que no puede salir del país. Si incumpliera esta orden, según señala la resolución, se podría acordar que regrese de nuevo en prisión.

La decisión del tribunal ha sido acogida con mucha satisfacción en el entorno más próximo del empresario. Debido a la elevada cantidad económica que ha fijado la Audiencia de Palma, un millón de euros, se desconoce si la familia podrá reunir hoy este dinero ya que la resolución se conoció a última hora de la mañana de hoy, lo que dificultaba la comunicación con alguna entidad bancaria dispuesta a facilitar este dinero. Si no fuera así, con toda seguridad saldría mañana de prisión.

Cursach, que está pendiente de conocer la sentencia del primer juicio que afrontó por un delito de tenencia ilícita de armas, ingresó en la cárcel a finales del mes de febrero del año pasado, es decir, lleva más de un año privado de libertad. Durante este tiempo ha conocido las prisiones de Palma y Alicante, donde estuvo unos meses recluido hasta que se anuló su traslado.

El tribunal ha aceptado la argumentación que planteó el abogado Fernando Mateas en la vista que se celebró la pasada semana, en la que la fiscalía se opuso a la libertad del empresario, señalando que en breve se tendría que enfrentar a un primer juicio en el que se solicitaban altas penas de prisión. La defensa, en cambio, consideró que su cliente no tenía intención alguna de huir, dado que su familia y sus negocios se sitúan en Mallorca, y tampoco tenía la posibilidad de alterar pruebas, ni de actuar contra los testigos, como denunciaba el fiscal.