La proliferación de ejemplares de carabela portuguesa (un hidrozoo que, sin embargo, no pertenece a la familia de las medusas) ha causado preocupación entre empresarios turísticos y bañistas de las playas pitiusas, por lo dolorosa que es la picadura de este organismo. Sin embargo, los expertos advierten de que prácticamente en ningún caso las consecuencias son mortales.

«A mí mismo me han picado y no pasa nada. Duele, eso sí, pero nada más», afirmó el biólogo marino Manu San Félix, quien señaló que sería necesario tener alguna alergia muy específica u otra enfermedad grave para que una picadura de la carabela portuguesa pudiera tener consecuencias fatales.

La proliferación de estos animales de color azulado y vistoso aspecto durante las últimas semanas en Ibiza no es un fenómeno extraño, según el biólogo. «Es una especie que se encuentra en el Mediterráneo, aunque en realidad es bastante cosmopolita, pues se halla también en el Atlántico y en el Pacífico Sur».

Las arrastra el viento

Su aparente multiplicación en los últimos días se debe a que en primavera «es cuando hay plancton», el alimento de estos hidrozoos, debido a que «aflora desde aguas profundas a la superficie».

Las carabelas portuguesas llegan a Ibiza por la sencilla razón de que «el viento las empuja hacia aquí». Su medio de transporte es fundamentalmente ese: el viento, más incluso que las corrientes. De hecho, el aire las impulsa a través de la superficie marina gracias a la estructura que tiene el animal en la parte emergida, a modo de velero.

«Siempre van en grupo, por lo que nunca hay término medio. O se ven muchas o no se ve ninguna», manifestó el biólogo, quien añadió que esta proliferación «puede durar un día o un mes», dependiendo de las condiciones atmosféricas.

La proteína que contiene esta especie «es más urticante» que la que tiene la medusa habitual en aguas pitiusas. «Una vez estuve al lado de un hombre al que le picaron cinco carabelas al mismo tiempo», relató. La picadura «duele, pero se te pasa», insistió.

La llegada de estos animales es algo más o menos habitual, si bien «esta vez puede que haya más», admitió.

La ventaja que tienen frente a las medusas es que, «al menos, se ven fácilmente», dado que navegan sobre la superficie.

Cien ejemplares en Formentera

Precisamente, el Consell de Formentera emitió este lunes una nota en la que señala que durante los últimos días han sido localizadas un centenar de carabelas portuguesas en la costa de esa isla. Todas ellas han sido retiradas.

89 ejemplares fueron encontrados por el servicio de limpieza de playas en las zonas de Migjorn, otros nueve cerca de Cala Embaster y en es Caló de Sant Agustí, y un par en ses Illetes.

El Consell de Formentera ha pedido a los ciudadanos que en el caso de avistar algún espécimen, llamen al 112, que es el organismo encargado de centralizar y registrar los avisos. También informó de que en ningún caso se debe intentar manipular el ejemplar y, en caso de tener mascotas, hay que evitar que los olisqueen o pisen.