Ordenadores rotos, una aula inutilizable y cubos en los pasillos. Esta es la situación hoy de la Facultad de Turismo de la UIB. Alumnos y profesores del edificio Arxiduc Lluis Salvador, en el que también se encuentran los estudios de la Escuela de Hostelería, se han acostumbrado a vivir en el último año con goteras cada vez que llueve. Sin embargo, la situación se ha hecho ya insostenible. Las lluvias de la última semana han vuelto a provocar desperfectos en los ordenadores y han dejado a los estudiantes sin sala de informática hasta próximo curso.

Así lo denuncia el decano de la facultad y profesor de Economía, Tolo Deyà. "El problema es que no son goteras que pones un cubo y ya está, que ya sería triste, es que tenemos una aula con una auténtica catarata", denuncia. Según explica, las goteras en la sala de informática ha inutilizado desde principio de curso hasta 20 ordenadores que no han sido sustituidos y que han obligado a dejar sin servicio a los alumnos, que en lo que queda de curso deberán ir a las instalaciones del edificio Gasper Melchor de Jovellanos, a diez minutos de su edificio.

"Hay una falta de mantenimiento y nos ha llevado a esto", lamenta. "Vinieron a hacer obras a final de 2017 pero no ha servido de nada", explica Deyà. Durante el fin de semana ha circulado un vídeo difundido en las redes de la propia facultad en la que se ve la sala de informática encharcada y teclados de ordenador anegados.

El edificio Arxiduc Lluis Salvador de la UIB, el más al norte del campus y en el que se ubica la Escuela de Hosteleria (EHIB), es el único edificio cuyo mantenimiento no depende de la universidad sino del Govern. "El mantenimiento es deficiente y el problema que tenemos ya es grave", advierte el decano, que critica la "falta de previsión" del Ejecutivo. "Ahora seguramente se pondrán las pilas y algo harán, pero si vas haciendo el mantenimiento que toca no tienes que llegar a esto", explica Deyà, que describe "cubos en los pasillos de la segunda planta".