Los ecologistas urgen al Govern a apretar el acelerador en la recta final de la tramitación del decreto de protección de la posidonia con la presentación de un manifiesto firmado por más de 200 científicos. Y cuestionan el informe presentado hace dos semanas por el sector náutico y la Cámara de Comercio en el que se minimiza el impacto de los fondeos de embarcaciones sobre las praderas.

“No podemos perder ni un día más”, ha advertido Joan Moranta, miembro de Terraferida, en una comparecencia conjunta con Toni Muñoz, representante del GOB; y Pilar Moreno, de Amics de la Terra. Al texto del decreto solo le queda superar un dictamen del Consejo Económico y Social, y otro del Consultivo antes de su aprobación definitiva prevista para junio.

Los ecologistas han exhibido un manifiesto firmado por 204 científicos, especialistas y diversas asociaciones de dentro y fuera de Balears reclamando “la protección inmediata” de la posidonia ante la “grave pérdida que año tras año sufren las praderas”. Y han cuestionado el rigor científico del informe encargado por el sector náutico que concluye que los fondeos solo afectan al 0,00056% de la posidonia,Y han cuestionado el rigor científico del informe encargado por el sector náutico que concluye que los fondeos solo afectan al 0,00056% de la posidonia achacando su destrucción fundamentalmente a los vertidos de aguas residuales.

“Ese estudio les costó 40.000 euros y tiene mucha teoría. Sus conclusiones son fruto de una modelización matemática, son aproximaciones. Recomendaría a la Asociación española de yates que remate el informe sometiéndolo al examen del IMEDEA, por ejemplo”, ha subrayado Moranta.

Científicos y ecologistas asumen que “el impacto de los vertidos en el mar es innegable”, ha aclarado Muñoz. “Pero eso no significa que el efecto de los fondeos sobre la planta sea menos importante. Es el mismo o mayor. Ambos impactos son evidentes e innegables”, ha añadido.

El manifiesto enumera una serie de amenazas para la posidonia: la pesca de arrastre, vertidos de fluidos con nutrientes o contaminantes, fondeos de embarcaciones, extracciones de arena y obras en el litoral, además del cambio climático. Pero los firmantes asumen la imposibilidad de cuantificar el daño que cada uno de estos elementos provoca en la preciada planta acuática.

“No existe ningún estudio científico riguroso que haya cuantificado para el conjunto de las aguas de Balears la contribución de los diferentes impactos sobre este hábitat natural”, aclara el manifiesto que suscriben investigadores de referencia como Carlos Duarte o entidades como la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente.

Con este documento los representantes de Terraferida, GOB y Amics de la Terra esperan combatir las “presiones” que, a su juicio, surgen ahora que la tramitación del decreto está en su fase final, y que se ponen de relieve con iniciativas como el informe del sector náutico “No hay nadie más cualificado para hablar de estudios que la comunidad científica”, ha subrayado Muñoz.

Moreno, por su parte, ha recordado que la posidonia es fundamental en el ecosistema marino: “Ayuda a mantener la transparencia de las aguas. También es clave como refugio para otros animales, suaviza el movimiento de las olas, oxigena el mar… El mantenimiento de nuestras playas depende de la posidonia. Si no la cuidamos, estaremos matando la gallina de los huevos de oro”.