Un incremento de los recursos económicos y humanos para poder dedicar más tiempo por consulta, la dotación de más tecnología y formación para alcanzar una mayor capacidad resolutiva y aumentar la coordinación entre los centros de salud y los hospitales de agudos son, grosso modo, las principales reivindicaciones de los profesionales de Atención Primaria (AP) puestas sobre la mesa con motivo de la celebración, hoy, del día internacional de este nivel asistencial.

Así quedaron reflejadas en un foro celebrado ayer en el Col·legi de Metges (COMIB) en el que participaron varios de los más representativos responsables de este nivel asistencial en las islas.

José Estelrich, representante de la vocalía de AP Urbana del COMIB, comenzó presentando los resultados de una encuesta a la que contestaron un total de 105 facultativos y en la que, como los aspectos más positivos de la Atención Primaria, situaron la profesionalidad, el compromiso y la calidad asistencial que ofrecen sus sanitarios al conjunto de la población. Y, como principal aspecto a mejorar, señalaron la falta de recursos humanos, la deficiente gestión de las sustituciones y la precariedad laboral.

El doctor Fernando García Romanos, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) en Balears, reveló de la mano del portal estadístico del Sistema Nacional de Salud (SNS) que en 2016 las islas lideraban la ratio de pacientes por médico de cabecera (532 facultativos en la CAIB), con 1.765 tarjetas sanitarias, 384 más que la media nacional situada en ese momento en 1.381 por facultativo.

"Para podernos situar en una media de 1.500 tarjetas sanitarias por facultativo, precisaríamos unos 100 médicos más en Balears", señaló García Romanos apuntando que, habida cuenta de que en el último año se han creado 14 plazas más, el déficit actual rondaría los 86 profesionales.

Lamentó por último el presidente de SEMERGEN que mientras en España el porcentaje de médicos de Primaria suponga un 35% del total (34.900 en números absolutos con una ratio de 0,8 por cada mil habitantes), en "los países desarrollados" el porcentaje ronde el 50%. En Atención Hospitalaria, acabó, trabajan un total de 77.609 médicos con una ratio de 1,7 por millar de habitantes. Y todo ello le llevó a concluir que "seguimos siendo la cenicienta del sistema sanitario".

Jerònia Mesquida, representante de AP del Sindicato Médico (Simebal), incidió en la falta de personal y de dotación presupuestaria para atender, recordó, a una "impresionante población flotante". Por todo ello reclamó oposiciones con una periodicidad anual o, a lo sumo, bianual.

Marianna Mambié, presidenta de la Asociación de Pediatría de Primaria en las islas (APapIB), se congratuló de la presencia de estos especialistas en este primer nivel asistencial, algo inusual en Europa, dijo, pese a que aseguró que esta asistencia temprana mejora el desarrollo físico y psicomotor de los menores. No obstante, lamentó el déficit de pediatras que propicia que la mitad de las 145 plazas de este especialidad en Primaria estén ocupadas por profesionales sin esta formación.

El doctor Juan Carlos de Carlos, presidente de la Sociedad Balear de Pediatría (SOPEBA), abogó por mejorar la coordinación entre los dos niveles asistenciales porque, recalcó, "no hay niños de Atención Primaria y niños de Atención Hospitalaria". Coordinación que, opinó, debe liderar el primer nivel asistencial, concluyó antes de revelar que, según datos facilitados por la gerencia de AP, a día 10 de este mes había 39 plazas de pediatras no cubiertas.

El doctor José Manuel Valverde, de la vocalía de AP rural del COMIB, tras resaltar la mayor presión asistencial en foravila, denunció que buena parte de la frecuentación a las consultas médicas no tienen que ver con problemas reales de salud y lamentó la creciente influencia de la industria farmacéutica en la elaboración de guías clínicas, en las publicaciones científicas, en las asociaciones de pacientes y en los propios profesionales.

Por último, Elena Muñoz, presidenta de la Societat Balear de Medicina Familiar y Comunitària (Ibamfic) destacó que la Atención Primaria es más accesible para las personas más desfavorecidas, por lo que, estimó, "tiene más peso en la equidad del sistema nacional de salud". Además, resaltó, evita pruebas y tratamientos innecesarios. "Se ha demostrado que con más médicos de familia la población vive más. Por eso queremos una Primaria fuerte, con más profesionales y mejor formados y más resolutiva", acabó su intervención en un acto en el que los presentes se conjuraron para alcanzar una meta: Poder dedicar al menos 10 minutos a cada paciente.