Un antiguo empleado del grupo Cursach, que se despidió de la empresa tras trabajar toda la pasada campaña de verano, ha desvelado a la Policía que el local Megapark, el negocio emblemático del empresario en la Playa de Palma, no respeta casi nunca el aforo máximo permitido. Este testigo, que se califica como el subdirector del local de ocio, afirma que en ocasiones en esta zona de diversión se han llegado a reunir hasta cuatro mil personas, cuando el aforo máximo permitido por las autoridades es de solo mil clientes. La semana pasada el Ayuntamiento ordenó la clausura de una parte de este negocio, hasta que no se subsanen las irregularidades detectadas.

Este testigo acudió voluntariamente a la Policía después de ver las imágenes de una manifestación de trabajadores de Megapark frente al Ayuntamiento. Reaccionó al darse cuenta de que a la protesta solo acudían los empleados de "baja o nula cualificación", que cobran un sueldo de poco dinero, mientras que no observó a ningún jefe protestando contra la actuación del Ayuntamiento.

Este extrabajador, que es extranjero, desveló que todos los empleados que trabajan en este local de diversión tienen un contrato por debajo de su categoría profesional. Explicó que él, pese a que era jefe de sector, firmó un contrato como camarero, mientras que el responsable de la caja fue contratado como friegaplatos o ayudante de cocina. Este testigo era el encargado de controlar el número de clientes que entraban en Megapark, junto al director. El aforo legal es de 1.054 personas, pero afirma que en el llamado show arena, dependiendo de las horas. La empresa emplea un sistema que le permite controlar la entrada y salida de clientes.

También explicó que hay dos días por semana que actúan unos músicos alemanes muy conocidos y que durante estos conciertos se llegan a concentrar "unas 4.000 personas". El exjefe de sector denunció que las salidas de emergencia se utilizan habitualmente por los empleados para entrar y salir del recinto, y detalló los problemas que se producen con las escaleras mecánicas que dan acceso al primer piso, donde hay un área donde también se celebran fiestas.

El exempleado también habló de cifras económicas sobre la recaudación que puede tener este local del Grupo Cursach. Así, detalló que en una jornada en la que se celebre un partido de fútbol, con la presencia de la selección alemana, la recaudación de Megapark puede alcanzar el medio millón de euros. En otras zonas del local, la recaudación también es muy elevada.

Asimismo, este testigo denunció a la Policía la explotación que sufren los empleados en cuanto a las horas de trabajo que tienen que realizar. Desveló que existe un cuadrante en una pared que organiza el trabajo de los empleados. Los trabajadores de seguridad tienen órdenes de estar vigilantes por si observan algún inspector de trabajo. Cuando es así, desaparece este cuadrante y se cuelga otro en el que señala las horas reglamentarias de trabajo.

Además, el trabajador detalló las maniobras que se realizan para separar los ingresos oficiales que se declaran, con el dinero negro que se maneja para realizar pagos en metálico a los trabajadores. Los empleados se llevan un porcentaje alto de las propinas.