La consellera de Medio Ambiente del Consell de Mallorca, Sandra Espeja, ha participado hoy de la "Conferencia BlueIslands - Hacia una economía circular y turismo sostenible en las islas", que ha tenido lugar en el Parlamento Europeo en el ámbito del proyecto europeo Interreg-MED Blue Islands. Espeja ha hablado de la gestión de residuos que se lleva a cabo desde el Departamento de Medio Ambiente y de los problemas a los que se enfrenta la institución, a raíz de la presión humana que sufre la isla. Asimismo, ha destacado la importancia que tiene haber participado en el proyecto Interreg-MED Blue Islands que ha permitido recopilar una serie de datos relacionados con el abandono de residuos en las playas.

Hay que recordar que en el ámbito de este proyecto se han llevado a cabo diferentes muestreos en las playas de Torá en Calvià (frecuentada por turistas), se Caracol en Santanyí (frecuentada por residentes) y sa Canova en Artà (más remota) . Estos espacios fueron elegidos según las directrices marcadas por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA) y que establecen unas características concretas para llevar a cabo el estudio.

Hasta ahora se han llevado a cabo, con la colaboración de Amicss de la Terra, diferentes muestreos en la arena de estas playas, siempre en el mismo punto geolocalizado. Concretamente, se delimitaban cien metros de línea de costa para trabajar. Primero se recoge y se hace un inventario de todos los residuos que se han encontrado, incluso los microplásticos (todos aquellos de menos de 0,5 cm). A continuación, se eligen cinco puntos de la zona delimitada para recoger muestras de arena según el protocolo establecido por el ICTA. Las muestras recogidas se han enviado a la Universidad Autónoma de Barcelona para que sean analizadas. Estos muestreos, con la misma metodología, se están llevando a cabo en las diferentes islas que forman parte del proyecto (Rueda, Creta, Mikonos, Sicilia, Cerdeña, Malta, Chipre, RBA y Mallorca) y se irán repitiendo en la misma zona durante los tres años que dura el proyecto. El presupuesto total es de 2,7 millones de euros, de los que el Consell de Mallorca contará con 210.118 euros, el 85% será financiado por la Unión Europea y el resto por la institución insular.