La lucha contra el cambio climático es un objetivo demasiado noble como para oponerse a él. Es lo que los empresarios quisieron trasladar al auditorio del Club Diario de Mallorca y al conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons. Aunque más allá de los halagos a la oportunidad y urgencia de la Ley de Cambio Climático que prepara el ejecutivo para su tramitación parlamentaria, finalmente lo que quisieron dejar claro es que no quieren ni obligatoriedades ni prohibiciones. Es decir, medidas concretas.

Los esfuerzos de Pons se basaron en intentar dejar claro que el Govern no quiere que esta ley tenga ningún efecto inmediato, "no es una ley pensada para esta legislatura", sinó que el Govern "avisa de manera progresiva" para hacer la anunciada "transición energética" basada en el cierre de las centrales térmicas de Es Murterar y de Mahón, la sustitución de coches diésel y gasolina, y el cambio en las calderas domésticas.

El período de alegaciones del anteproyecto de Ley de Cambio Climático terminó el pasado viernes 6 de abril. Y "lo único" que desde Asima han pedido enmendar es "eliminar la obligatoriedad". Alejandro Sáenz de San Pedro, director de los industriales aglutinados en esta asociación empresarial, aseguró "estar de acuerdo con la música" de la ley, "solo tenemos que ponernos de acuerdo con la letra", remachó para dar a entender que el colectivo empresarial al que representa se opone a la medida introducida por la norma de solarizar las cubiertas de los edificios industriales de nueva construcción a partir del año 2020. "Si eliminamos la obligatoriedad, podremos evitar ese efecto perversó", apuntilló.

En la misma dirección se manifestó el presidente de la Associació Balear de Distribuïdors d'Automòbils, Andreu Vidal, quien aseguró compartir "absolutamente el objetivo" de la ley. No obstante, el representante del sector automobilístico pidió "seny" para hacer la transición a un parque automovilístico cien por cien eléctrico para el año 2050. Vidal se mostró de acuerdo "con el objetivo pero no en la forma". "Prohibir y obligar no es la mejor vía", apuntó.

El conseller Marc Pons insistió: "tenemos que comprometernos de verdad o si no solo tendremos una ley que va a quedarse en el ámbito de la declaración de intenciones. Igualmente, aseguró estudiar todas las alegaciones presentadas y anunció cambios.

Cambio de modelo económico

El cambio climático debe abordarse no solamente desde el punto de vista energético, sino desde un punto de vista integral que abarque el modelo económico y territorial sobre el que se sustentan las Balears. Así lo explicó la portavoz de la Xarxa de Sobirania Energètica, Margalida Ramis. "Si no abordamos los límites en el crecimiento territorial, en la capacidad de alojamiento o en infraestructuras que todavía se están aprobando como la autopista Llucmajor-Campos, sería hacernos trampas a nosotros mismos", argumentó.

Ramis se refirió también al debate sobre la instalación de parques fotovoltaicos en suelo rústico. "Es un debate complejo que no se puede simplificar", señaló, a la vez que apuntó la necesidad de incluirlos en un plan energético global.