Disponer de un hotel en Mallorca se ha convertido en un negocio extraordinariamente rentable, lo que está provocando no solo una elevada demanda de este tipo de instalaciones por parte de los inversores, sino también de los precios que se llegan a pagar por ellos. Según el último informe elaborado por la consultora CBRE, durante el pasado año se han llegado a abonar hasta 260.000 euros por habitación para poder hacerse con un emblemático establecimiento de cinco estrellas de la isla, y esta firma tiene constancia de la transacción de 28 instalaciones hoteleras durante 2017 en el conjunto de Balears con un volumen total invertido de 520 millones de euros. Veintidós de estos activos son de Mallorca.
El caso más destacado por CBRE es el cambio de manos del Gran Hotel Sóller, de cinco estrellas, por el que se pagaron 10 millones de euros, lo que supone algo más de 263.000 por cada una de sus habitaciones.
Del mismo modo, se señala la adquisición de cuatro hoteles de Intertur por parte del fondo KKR por un precio global superior a los 110 millones de euros. Este último paquete incluye el hotel Hawaii y el Palmanova Bay, ambos en Calvià, y los Hawaii Ibiza y Miami Ibiza, a los que se suman los apartamentos con este ultimo nombre, los tres en la isla pitiusa. Eso ha supuesto un desembolso de más de 104.000 euros por habitación.
La inversión para hacerse con el Fergus Tobago (Calvià) de tres estrellas ha sido de más de 20 millones de euros, es decir, más de 76.000 por habitación.
Por el aparthotel Orquídea Plaza, de Eivissa, se abonaron 43 millones de euros, lo que supone 210.000 por habitación.
La lista de ventas emblemáticas incluye también el Hilton Sa Torre y el Steigenberger Golf & Spa Resort Camp de Mar.
Si se quiere valorar el alcance de estos precios, basta señalar que en el informe relativo a 2016 la propia CBRE ponía el acento en los precios alcanzados por la venta del Mar-Bell, del Port de Sóller, y del Bahía Cala Rajada, por los que se pagaron por habitación algo más de 96.000 y 80.000 euros respectivamente, importes que durante el pasado año se han visto superados de una forma más que apreciable.
Por categorías, el 48% de las adquisiciones corresponden a instalaciones de tres estrellas, un 33% a las cuatro, un 8% a las cinco, y un 11% a las dos estrellas.
¿Por qué Mallorca es la isla en la que los inversores han centrado la búsqueda de establecimientos de alojamiento? La consultora señala dos elementos clave: su menor estacionalidad y dependencia de las comunicaciones aéreas.
Fuerte aumento de los precios
Un factor que explica el interés por hacerse con un hotel en la isla, con una demanda que supera el producto que se pone a la venta, es precisamente el fuerte crecimiento que se está registrando en las tarifas del sector, que comprensa sobradamente el ligero descenso que se detectó en 2017 en los niveles de ocupación. En este aspecto, CBRE pone de relieve que el ingreso medio por habitación disponible fue el pasado año de 63,5 euros diarios, lo que implica un incremento del 8,5% respecto a 2016.
La rentabilidad de estos negocios explica no solo el interés por adquirir hoteles en Balears, y de forma especial en Mallorca, sino también los nuevos proyectos que se ponen en marcha. La consultora apunta la apertura de 14 nuevos establecimientos en el archipiélago durante el pasado año, todos de cuatro y cinco estrellas.
Palma se consolida como destino urbano, con cuatro nuevos hoteles boutique en el centro de la ciudad durante 2017, lo que sitúa su cifra total en 25, y a los que se sumarán tres más durante 2018: el hotel Mamá, del Grupo Cappuccino en la Plaça de Cort; el Hotel Gloria en la calle Sant Jaume; y el proyecto de la cadena Protur Hotels en la antigua residencia de suboficiales situada junto a la sede de la Jefatura de la Policía Nacional, lo que en su conjunto supone sumar 156 nuevas habitaciones a la oferta de alojamiento ya existente.
