La fiscalía Anticorrupción insiste en llevar a juicio a Bartolomé Cursach por la pieza separada en la que se le acusa, entre otras cosas, de sobornar a funcionarios, a cambio de favores para sus negocios. Una decisión que responde a la resolución dictada por la Audiencia, en la que se anula el auto que dictó en su momento el juez Penalva (apartado del caso) por el que anunciaba la tramitación de esta pieza separada, que se ha instruido al margen del sumario principal del llamado caso Cursach. Un caso que iba a representar el primer macrojuicio contra el empresario.
El tribunal anula la decisión del anterior instructor porque entiende que el auto que dictó en su momento carecía de la motivación suficiente para iniciar los trámites de un juicio al margen de la causa principal. Es decir, la Audiencia cuestiona, basándose en este auto, que sea necesario que se celebre este primer gran juicio contra Cursach, puesto que algunos de los delitos que se le imputan, como por ejemplo la organización criminal o el cohecho, ya aparecen señalados en la pieza principal de la investigación. Por ello, el tribunal abogaba por un juicio conjunto, en lugar de realizar vistas por piezas separadas.
Final de instrucción
Esta decisión de la Audiencia se ha dictado pocos días después de que el juez Florit diera por terminada, a través de una contundente resolución, la instrucción de este primer macrojuicio y anunciaba su intención de llevar a juicio a Cursach y a otras 23 personas, acusadas de siete graves delitos. Entre los acusados se añadía a la exdirectora general de Turismo, Pilar Carbonell, a la que señalaba que había facilitado que se aceleraran trámites para favorecer a los locales de Cursach.
Fuentes jurídicas señalaron ayer que el tribunal lo que hace es dejar sin efecto el auto del juez Penalva, por el que se iniciaba la instrucción de esta pieza separada, pero que en ningún caso anula todo el caso. Es decir, no se declara nula esta investigación, dirigida a demostrar que Cursach sobornaba a funcionarios, a cambio de favores.
Una vez que se conoció la decisión de la Audiencia, que dictó dos autos en el mismo sentido, los fiscales Anticorrupción buscaron ayer una rápida solución para solventar este problema. Por ello, ayer mismo, el fiscal Miguel Ángel Subirán presentó un escrito al juez Florit, el nuevo instructor de la causa, instándole a que dictara otra resolución para dar continuidad a esta pieza separada. Una resolución en la que debería señalar con más precisión y, por tanto, con más argumentos jurídicos, la razón por la que se considera que el caso de los supuestos sobornos a funcionarios, así como las invitaciones a policías locales, se debía juzgar al margen de la causa principal. El fiscal señalaba que no existía ninguna relación entre este caso y otros delitos que se han ido investigando en este sumario, como por ejemplo las actuaciones de la Policía Local de Calvià, o el amaño de las oposiciones descubierto en el cuartel de San Fernando para ascender a la categoría de oficial. El juez, de momento, no ha respondido a esta petición de la fiscalía. Florit ha aplazado la decisión hasta dentro de unos días. Si se acepta la propuesta del fiscal, el caso volvería a iniciarse desde el principio, si bien no está previsto que se repitan las diligencias ya practicadas.
Al margen de la decisión que pueda adoptar el juez Florit, la Audiencia ha dado la razón a los abogados de Tolo Cursach y de Tolo Sbert, los dos principales acusados. Las defensas entendían que la decisión de Penalva, al iniciar esta pieza separada, había ocasionado una situación de indefensión a los dos investigados, puesto que la resolución del juez carecía de "una motivación real y suficiente". Penalva relataba únicamente en su auto que una funcionario había reconocido que, ante la presión de dos de los investigados, se vio obligada a aceptar dinero y botellas de cava por cuenta del Grupo Cursach.
Sobornos
Por ello, el anterior instructor entendía que había indicios suficientes para sospechar que, como consecuencia de estos sobornos, los acusados podrían haber cometido un delito de cohecho y otro de integración en organización criminal. Y también señalaba el juez que existía una necesidad de "simplificar y activar el procedimiento y deslindar los hechos y su investigación". Sin embargo, la Audiencia de Palma ha dado la razón a la defensa por cuanto entiende que, aunque es posible formar piezas separadas para enjuiciar independientemente determinadas conductas, "no por ello puede artificialmente dividirse la causa". Por ello, el primer macrojuicio contra Cursach está de momento anulado.
