El Govern cerró el ejercicio presupuestario de 2017 con un superávit de 54 millones de euros, un 0,2 por ciento por encima del 0,6 por ciento (179 millones) de déficit autorizado por el Gobierno central, según los datos sobre los que informó ayer la consellera de Hacienda, Catalina Cladera, y el director general de Presupuestos y Financiación, Joan Carrió. Se trata de la primera vez en la que la Comunidad Autónoma cierra con superávit al menos desde 2010, año en el que se empezó a calcular siguiendo el sistema europeo de cuentas, lo que supone incluir a las empresas públicas. Cladera resaltó que el buen resultado de las cuentas autonómicas permitirá por primera vez reducir la deuda en términos absolutos, al disponer de un margen de 233 millones. Así, el Govern destinará 180 millones a amortizar parte de los 8.802 millones de deuda con la que cerró 2017, por lo que prevé acabar este año con un endeudamiento de unos 8.620 millones.

La titular de Hacienda precisó que por segundo año consecutivo el Govern ha cumplido con todas las reglas fiscales impuestas por el ministerio en lo que se refiere a déficit, deuda, regla de gasto (por la que se impide gastar todos los ingresos) y pago medio a proveedores, que se ha situado en 18 días frente al máximo de 30 permitidos.

La consellera defendió que estos datos se deben a la buena marcha de la economía balear, aunque también "a la gestión financiera" del Ejecutivo balear, del que destacó que ha cumplido con las reglas fiscales a la vez que "ha consolidado el impulso a las políticas sociales y de recuperación del Estado de bienestar". En este sentido, destacó que el resultado de los tres presupuestos liquidados por el Govern desde 2015 reflejan un incremento del 20,3 por ciento en las principales políticas sociales, con 456,41 millones más que en 2014 destinados a sanidad, educación, servicios sociales, ocupación y vivienda.

No obstante, dejó claro que el Govern no permitirá que la buena marcha de la economía balear sirva como argumento al Gobierno central para no atender la reivindicación respecto a la reducción de la elevada deuda de las arcas autonómicas. "Los 8.802 millones de deuda se deben en gran parte a la infrafinanciación histórica de Balears y es injusto que sus ciudadanos tengan que pagarla cuando además somos la segunda Comunidad en aportar al Estado y la novena en recibir", afirmó. Como ejemplo de la situación real de las islas, Cladera recordó que el gasto social per cápita se sitúa en Balears en 2.203 euros por habitante, mientras que la media estatal es de 2.442 euros.

Déficit social

En este sentido consideró que los fondos del superávit que no se destinarán a amortización de deuda deberían dirigirse a corregir este "déficit social", por lo que criticó la propuesta del PP balear de reducir los impuestos ya que "eso implicaría automáticamente una reducción del gasto, algo a lo que este Govern no está dispuesto". Para Cladera, la propuesta de los populares forma parte de "la demagogia" de un año "preelectoral", ya que prometer bajar impuestos "queda muy bien" pero sería una "irresponsabilidad". Añadió que el actual Ejecutivo balear ha aumentado impuestos "a las rentas más altas, pero no a las medias ni a las bajas" y que para "los colectivos" más vulnerables se han bajado.

En lo que se refiere a la ejecución presupuestaria, aunque el resultado de ingresos y gastos no financieros en 2017 fue negativo en 236 millones fue compensado por las empresas públicas, a las que se realizaron transferencias para que ejecutaran sus planes de infraestructuras. Por ello, el resultado financiero final fue positivo en 287 millones de euros, un 14,5 por ciento más que el año anterior, según explicó Carrió. El director general de Presupuestos destacó además que Balears cerrará 2017 con un crecimiento económico del 3,8 por ciento, por encima de la media española (2,8 por ciento) y de la UE (1,9 por ciento).