El sindicato UGT ha atribuido el elevado número de accidentes laborales de Baleares a la falta de medidas de prevención en las empresas, a los "frenéticos" ritmos de trabajo y a la precariedad que soportan los trabajadores.

La responsable de Salud Laboral de UGT, Ana Landero, ha lamentado que en el día de ayer dos obreros, uno en Santa Ponça y otro en Eivissa, sufrieran accidentes laborales graves.sufrieran accidentes laborales graves

Landero ha valorado la decisión del Govern de aportar más medios humanos y materiales dirigidos a controlar que las obras cumplen con cada uno de los requisitos de seguridad que se exigen para evitar accidentes.

Ha rechazado que las causas de la "elevadísima" siniestralidad laboral en la construcción vengan de la "falta de formación de los trabajadores", como dicen los empresarios, y ha corroborado la tesis del Govern balear al señalar a "medidas de seguridad escasas y deficientes" en las obras.

"Nadie quiera morir mientras trabaja, las prisas de contratistas y contratas por acabar cuanto antes las obras para cumplir los plazos, a veces muy cortos, obliga a los obreros de la construcción a trabajar demasiado rápido, lo que pone en peligro su salud", ha denunciado Landero.

Asimismo, a juicio de la responsable de Prevención de Riesgos Laborales de UGT, la celeridad con la que se ejecutan las obras "no permite programar los trabajos adecuadamente para evitar riesgos", y "reduce" los días de cotización del trabajador.

Ha añadido que el tipo de contratación que prima en la construcción también es un factor que ha contribuido a que Baleares haya pasado de registrar 7,6 accidentes laborales por cada 100 obreros en activo en 2012 a 10,9 en 2017, un 43% más.

El 87,5% de los contratos realizados en 2017 tuvieron carácter temporal, y de estos, el 75,7% fueron por obra y servicio sin fecha determinada de finalización.

"Estos contratos precarios, sin fecha cierta de finalización, con la incertidumbre del trabajador de acabar el contrato al día siguiente si se queja, hace que se pliegue a las exigencias de los responsables de la obra", ha abundado Landero.

Ha insistido en que no se puede achacar a la falta de formación de los obreros la elevada siniestralidad laboral del sector, y ha precisado que para ser contratados legalmente tienen que haber obtenido la tarjeta profesional y que la mayoría de trabajadores son de mediana edad y no inexpertos.