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Opinión

Valtonyc, absuelto en diferido

Valtonyc, absuelto en diferido

Sería curioso conocer cuál hubiera sido la sentencia del Supremo sobre Valtonyc, de haberse adelantado un par de meses la condena a España por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, a cuenta de unas falsas injurias a la Corona. La quema once años atrás en efigie de los Reyes en Girona, no solo supera en eficacia dramática a los desmañados raps del mallorquín, sino que tuvo lugar en la plaza pública y coincidiendo con una visita de Juan Carlos I a dicha localidad.

Estrasburgo absuelve a Valtonyc en diferido, que diría Cospedal, de un año sustancial en sus tres y medio de cárcel. Dado que Amnistía Internacional reclamó ayer mismo la retirada del "enaltecimiento del terrorismo", que le ha supuesto al rapero otros dos años de prisión, el vate triunfa en la justicia poética. Por lo visto, su condena trasciende las fronteras mallorquinas.

No hay que preguntarle a un penalista si mantiene su fe en la condena a Valtonyc, tras el recordatorio de Estrasburgo al Tribunal Constitucional de que existe un concepto llamado "libertad de expresión". La pregunta es si el letrado preferiría hoy defender la sentencia del Supremo en nombre del Gobierno, en vez de la apelación del rapero. Cobrando, claro, para que el profesional arriesgue con su skin in the game.

La condena del Supremo a Valtonyc cita profusamente a Estrasburgo. Por lo visto, los miembros del altísimo tribunal español no han entendido o atendido a sus colegas europeos. Los magistrados de Derechos Humanos recuerdan por unanimidad que el famoso "discurso del odio", que ha envenenado el uso de la libertad de expresión, está reservado a la protección de las "minorías". Los Reyes son una minoría, pero cabría añadir que por imperativo propio.

La manera más europea de escandalizarse consiste en recitar el artículo del Código Penal de sobreprotección de la monarquía. "El que calumniare o injuriare al Rey o Reina, a cualquiera de sus ascendientes o descendientes, a la Reina consorte o al consorte de la Reina, al Regente o a algún miembro de la Regencia, o al Príncipe o Princesa de Asturias,...". Es decir, criticar a Alfonso XIII es incluso más grave que hacer chistes de Carrero, y así hasta Fernando el Católico. En cambio, Isabel II de Inglaterra tiene status de funcionaria en su país.

El Gobierno solo goza de una estrategia infalible para defender la pena de prisión a Valtonyc. Consiste en exigir a Estrasburgo que orille el análisis de los raps desde una perspectiva jurídica, para centrarse en su calidad musical. Condena segura.

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