Salvador Tárraga, delegado en Balears de la organización nofumadores.org, asegura haber recibido multitud de quejas de ciudadanos de las islas por incumplimientos de la ley antitabaco y que la mayoría de ellas, habla de cerca del 90%, están referidas a las terrazas de bares y restaurantes que "están completamente cerradas" y donde se permite fumar con total impunidad pese a que la normativa vigente lo prohíbe.

Por eso emplaza a la conselleria de Salud a implantar la iniciativa de su dirección general de Salud Pública (permitir fumar solo en las terrazas que estén completamente abiertas, sin ningún paramento) que, sostiene, "no solo es adecuada, sino necesaria".

De esta manera, el delegado de la organización antitabaco incidía en la información publicada ayer por este diario en la que fuentes de la conselleria de Salud admitieron que el borrador de la nueva ley de adicciones con el que trabajan podría cambiarse y retirar de su articulado la prohibición de fumar en las actuales terrazas cerradas. "Si ese punto va a ser polémico, es probable que no se apruebe", admitieron alegando que con esta hipotética retirada se intentarían eliminar los previsibles escollos para la aprobación de una ley que, priorizaron en Salud, va a regular otros aspectos muy importantes como el uso del alcohol por parte de los menores.

"Los ciudadanos tienen unos derechos que no se están cumpliendo", recalca el delegado antitabaco ante la previsible marcha atrás de la conselleria de Salud motivada por la presión del sector de la restauración y por la cercanía de las próximas elecciones autonómicas.

Cita electoral ante la que Tárraga recuerda a la Conselleria que "los ciudadanos que defienden sus derechos y las nuevas protecciones ante el tabaco también votan. Le llamaré a la consellera de Salud (Patricia Gómez) para recordárselo", anticipa el activista.

Falta de inspectores

Salvador Tárraga, doctor en Biología y Ciencias de la Salud, responsabiliza de la actual situación en las terrazas de bares y restaurantes en primer lugar a la conselleria de Salud, por no haber destinado los inspectores suficientes para conseguir que los establecimientos cumplan con la normativa antitabaco vigente.

Y en segundo a los propios empresarios del sector de la restauración. "Hecha la ley, hecha la trampa", resume su opinión sobre una actitud empresarial que, lamenta, no ha sido responsable a la hora de cumplir con sus propias obligaciones y que tampoco ha velado por la salud de sus clientes.

Por eso Tárraga no duda en lanzar un "¡ya está bien!" tanto a los restauradores como a la Administración por no haber hecho cumplir una ley antitabaco en vigor desde hace casi ocho años.

Consciente de las limitaciones (falta de inspectores) de la dirección general de Salud Pública para poder hacer cumplir la normativa en las terrazas, Tárraga revela que el departamento dirigido por Maria Ramos busca implicar más a cuerpos de seguridad del Estado como la Policía Nacional y la Guardia Civil en el cumplimiento de la normativa.

Una normativa que el propio presidente del sector de la restauración en Mallorca, Alfonso Robledo, admitió que en estos momentos se está incumpliendo porque, en su opinión, existe un vacío legal en torno a cuándo se puede fumar y cuándo no en una terraza. "No se sabe bien si se están permitidas las paredes o no. Y no lo saben ni los propietarios de los establecimientos ni los propios clientes fumadores que acuden a ellos", aseguraba el pasado lunes en declaraciones a este rotativo.

Tárraga, consciente de la confusión actual, se ofrece asimismo a formar a los agentes para que se cumpla la ley. Sobre las otras medidas contempladas en el borrador de la futura ley de adicciones para proteger a los fumadores pasivos, el delegado balear está de acuerdo con todas ellas. "El deporte es salud, nos han dicho siempre. Por eso es lógico que se prohíba fumar en los recintos deportivos abiertos a los que acuden muchos menores. Y ya no te hablo de las playas, donde las colillas de los fumadores generan un problema ecoambiental aparte del peligro de que los menores se las lleven a la boca", advierte.

Por último, respecto a la prohibición de fumar en coches particulares con niños y embarazadas, Tárraga añade que lo haría por el riesgo de incendios que entraña esta acción y por el riesgo de accidentes. "Fumar distrae tanto como hablar con el móvil. Y una cosa está multada y la otra no", lamenta.