Además de ‘memes’ y vídeos de gatitos, cada tanto se viraliza en redes sociales y a través de Whatsapp algún que otro desafío matemático (ahora por ejemplo circula uno de un entrenador, un silbato y unas zapatillas de deporte, igual lo ha visto). Y los grupos de amigos y las familias se retan a resolverlo, debaten, discuten. Se pican. Responden al desafío.

Ese ‘pique’, esa provocación, es la base de las Pruebas Canguro: plantear problemas diferentes de los habituales, enunciados que requieren saber aplicar los conocimientos matemáticos de una forma creativa para dar con la solución correcta. Se plantean retos que requieren imaginación, creatividad, visión espacial, ingenio, intuición... habilidades que en algunas clases de matemáticas permanecen dormidas pero que pueden despertarse si se las provoca.

Así lo explicaba ayer Daniel Ruiz, coordinador de las pruebas en el Palma Arena, uno de los puntos habilitados ayer para celebrar la edición número 19 de las Canguro en Balears. En total, más de 13.000 alumnos de entre 11 y 18 años (de 5º de Primaria a 2º de Bachillerato) llevaron ayer sus cerebros al máximo en esta competición que se celebra de forma simultánea en más de 50 países del mundo.

“A todo el mundo le gustan”

La teoría de Ruiz es que a todo el mundo le gustan las matemáticas. Lo dice en serio: “Sí, a todo el mundo le gustan las matemáticas, el problema es que no les han presentado todas las matemáticas, solo una parte”. Las Canguro buscan enseñar esa otra parte, mostrar que las matemáticas se pueden aplicar de multitud de maneras y también que puede haber diferentes caminos para llegar a un resultado.

Ese aspecto se pone especialmente de manifiesto en la prueba de la ‘ginkana matemática’, que busca la resolución de problemas en equipo, con cada integrante aportando visiones y posibilidades diferentes sobre cómo hallar la solución.

Los alumnos de 5º y 6º de Primaria y de 1º y 2º de ESO participan en sus propios centros, mientras que los estudiantes entre 3º de ESO y 2º de Bachillerato lo han hacen en distintas sedes, como el Palma Arena o Son Moix.

“Las pruebas pueden ser utilizadas como un elemento dinamizador del aula”, indica Ruiz, “hay profesores que utilizan estos problemas como material para practicar en clase y plantear debates sobre cómo lo harían los estudiantes para resolverlos”.

El representante de SBM-Xeix es un gran defensor de apostar por esta línea de enseñanza e ir dejando atrás “la obsesión por los resultados”. Asegura que hay incluso alumnos que demandan poder hacer más este tipo de ejercicios en clase.

El rector de la Universitat, Llorenç Huguet, y el conseller de Educación, Martí March, estuvieron presentes ayer en la inauguración de la jornada en el Palma Arena, como representantes de instituciones colaboradoras con el evento.

En el último año la Conselleria ha empezado a emprender acciones para tratar de revertir los malos indicadores de los alumnos de Balears en la asignatura de Matemáticas, al ser el área que peores niveles de competencia y aprobados tiene en todos los niveles. Entre las líneas abiertas, Educación está promoviendo precisamente un cambio de mentalidad a la hora de estas clases.

Las Pruebas Canguro se realizan en más de cincuenta países de forma simultánea y cada año se enfrentan a ellas más de siete millones de niños y jóvenes. Las pruebas son consensuadas a nivel mundial. Si tiene ganas de retarse a s í mismo, acompañan esta página algunos ejemplos de problemas de las pruebas hechas ayer por los alumnos de 3º de ESO a 2º de Bachillerato: ahí queda el desafío.