El actual jefe de la Policía Local de Palma declarará como testigo en el juicio contra un excomisario y dos policías, que están acusados de vejar a una compañera por su condición de lesbiana. Esta declaración, junto a la del exdirector de Seguridad, Martí Capó, ha sido acordada esta mañana por el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia de Palma, que ha acordado que el juicio contra los tres acusados se celebre del día 11 al 14 del próximo mes de junio.

Esta mañana se ha celebrado una vista previa, en la que los tres acusados, el excomisario Rafael Estarellas y los agentes Rafael Puigrós y Alberto Juan se han sentado en el banquillo. Los tres están acusados de los delitos contra la integridad moral y la omisión del deber de perseguir delitos, por los que la fiscalía les reclama duras penas de prisión.

La declaración del jefe de la Policía Local ha sido propuesta por la agente Sonia Vivas, que ejerce la acusación particular, que se suma a la que representa la fiscalía Anticorrupción. Según el relato de la acusación, los acusados Puigrós y Juan, que estaban destinados en la unidad motorizada, decidieron "humillar, menospreciar y ridiculizar" a su compañera, "movidos por el odio y desprecio a la condición homosexual" de la agente Sonia. Así, casi a diario, la mujer recibía insultos y era objetos de comentarios despectivos. Por ejemplo, le llamaban "boyera", "boyera de mierda", "tijeras" o "tijeritas". Los comentarios se realizaban en las dependencias policiales y otras zonas comunes. También afirma la fiscalía, que estos dos policías pinchaban o desinflaban las ruedas de la motocicleta que conducía su compañera, poniendo en riesgo su seguridad.

La mujer denunció que estos hechos los comunicó al entonces comisario Estarellas, pero que éste no hizo nada para atajarlo. Al contrario, según Anticorrupción, además de insultarla y calificarla de "boyera de mierda", le invitó a abandonar la unidad motorizada si no se sentía a gusto en este grupo.