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Boulevard

´La forma del agua´ es incolora, inodora y menos que insípida

En orden decreciente de calidad: ´Déjame salir´, ´Los archivos del Pentágono´, ´Tres anuncios en las afueras´, ´El instante más oscuro´, ´El hilo invisible´, ´Lady Bird´, ´Dunkerque´, ´Call me by your name´ y ´La forma del agua´

Frances McDormand es la lógica ganadora del Oscar a mejor actriz principal, salvo que en ´Tres anuncios en las afueras´ no interpreta a la madre de una adolescente asesinada sino a una fuerza desatada de la naturaleza, que ella misma considera inspirada en John Wayne. youtube

Los espectadores vuelven al cine, pero las películas no acompañan según demuestra la cosecha de los Oscars. Y cuando surge un título de mérito, como The disaster artist, resulta que es pecado. O queda descartado por tener directora en vez de director, como la extraordinaria En realidad no estuviste aquí de Lynne Ramsay. Ahí va la quiniela ganadora de esta madrugada:

Oscar a la mejor película: Empecemos por alinear a las nueve nominadas en orden decreciente de calidad. Déjame salir ­-sería la mejor noticia para el cine-, Los archivos del Pentágono -Hollywood clásico-, Tres anuncios en las afueras -Fargo XXXVIII-, El instante más oscuro -verbosa-, El hilo invisible -envenenamiento masivo por perfeccionismo-, Lady Bird -cargante­-, Dunkerque -cómo es posible que los nazis perdieran la guerra ante enemigos así-, Call me by your name -la única religión verdadera es el Islam y el único sexo verdadero es el homosexual­- y La forma del agua -para niños de cero a seis años, incolora, inodora y menos que insípida-. Todo ello rehogado en la convicción estremecedora de que no me escandalizaré si retira usted a cualquiera de ellas de la lista. Para sustituirla por Detroit o Molly's game. Y descartarlas a continuación, si tampoco le apetecen.

Mejor frase: En Life, a cargo de un Jake Gyllenhaal a punto de sacrificarse en la estación espacial. "No quiero volver con esos ocho mil millones de gilipollas".

Mejor director: A Jordan Peele, por la naturalidad estremecedora de Déjame salir. En cambio, Paul Thomas Anderson recose tanto El hilo invisible que no sabes si la película va de Balenciaga o de Fernando Alonso. Y no se me hubiera ocurrido imaginar que hubiera alguien dirigiendo Lady Bird.

Mejor película con ciervo: Si no sabes qué rodar, añade un cérvido. Así ha ocurrido este año en un sinfín de películas, empezando por El sacrificio de un ciervo sagrado, basada en la falacia de que Colin Farrell parecerá un cirujano cardiaco si se deja la barba. También retozan los ciervos en Tres anuncios en las afueras, En cuerpo y alma, El viaje y Ciervo a la parrilla. Solo uno de estos títulos está inventado.

Mejor actor principal: A Andy Sarkis, por su versatilidad en La guerra del planeta de los simios, donde demuestra que los monos descienden del hombre. O a Denzel Washington, como cada año. Adjudicado a Gary Oldman, el alumno de Mickey Rourke que ha recreado al Churchill canónico.

Mejor atropello: La escena inicial de Atómica. Pillado de improviso, el espectador experimenta un súbito dolor en los riñones por la crudeza del impacto.

Mejor actriz. La ganadora lógica es Frances McDormand, salvo que la protagonista de Tres anuncios en las afueras no interpreta a la madre de una adolescente asesinada sino a una fuerza desatada de la naturaleza, que ella misma considera inspirada en John Wayne.

Mejor pifia tecnológica: A El extranjero, con Pierce Brosnan. El IRA reconstituido planta una bomba en Londres en la actualidad. Una vez estallado el artefacto, los terroristas telefonean a una redacción. El periodista que recibe la llamada acude al despacho de su director para informarle del atentado. El director transmite su conmoción al resto de redactores. Durante todo este tiempo, nadie entre un centenar de profesionales de la información ha recibido un aviso electrónico sobre una explosión en el centro de su ciudad. Y todo ello ocurre al principio de la película.

Mejor actor secundario: A Christopher Plummer, como cada año, por interpretar simultáneamente al Rey Lear y a Jean Paul Getty en Todo el dinero del mundo. En realidad, es una estatuilla que solo puede perder Sam Rockwell, por su inverosímil travestismo de neonazi a neofeminista en Tres anuncios en las afueras.

Mejor paliza de una mujer a un hombre: El premio parecía garantizado a Charlize Theron por su violencia desatada en Atómica, hasta que se cruzó Cara Delevingne con sus reiterados y cruentos puñetazos a Clive Owen en Valerian.

Mejor actriz secundaria: Categoría reservada por lo visto a figuras maternales. A Octavia Spencer, como cada año y a pesar de sus ojos giratorios. Si hay justicia, ganará Laurie Metcalf, que carga con todo el género humano y con un guion estereotipado en Lady Bird.

Mejor banda sonora: Si te sorprendes escuchando la banda sonora de una película, tienes un problema, pero en días consecutivos me vi saboreando los pianos y la percusión de Asesinato en el Orient Express y de En realidad no estuviste aquí.

Mejor película extranjera: Los pasolinis se han entregado a la sobrevalorada The square, obviando el duelo esencial entre la húngara En cuerpo y alma y la rusa Sin amor. Para la primera, con directora y protagonista femeninas.

Mejor fotografía: No sé qué es eso, pero la pantalla vibraba continuamente en Loving Vincent y voto a San Vito que la han nominado.

Mejor guion original: El que más moleste a Donald Trump, lo cual coloca a Déjame salir en primer lugar y a Tres anuncios en las afueras en segundo.

Mejor guion adaptado: Si en una lista de candidatos figura Aaron Sorkin, siempre merece el premio absoluto, en este caso por Molly's game.

Reflexión dominical abandonista: "Al aparecer M. Rajoy de Bárcenas en el acto, lo abandonaron de inmediato el presidente del Tribunal Supremo, el fiscal general del Estado y otros prebostes judiciales".

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