El pasado mes de julio, este diario publicaba la imagen del empresario cárnico Joan Pocoví apeándose de una barca pública en el puerto de Cabrera. La fotografía, que supuso de manera inmediata la apertura de un expediente, ha acabado desembocando en una sanción para el empleado del parque natural que utilizó la lancha para trasladar al adjudicatario del matadero de Palma.

Según fuentes del parque natural de Cabrera, el expediente se saldó con la suspensión de un día de empleo y sueldo para el trabajador en cuestión, un vigilante del Ibanat incorporado recientemente en la fecha en que se tomó la imagen con Pocoví. Esta sanción interna se traduce en reducción de salario de cerca de 50 euros.

La publicación de la fotografía en las páginas de este diario propició el pasado verano la reacción inmediata por parte de la Conselleria de Medio Ambiente. Según el conseller del área Vicenç Vidal, el episodio se trató de "costumbres heredadas del pasado", en referencia a la anterior legislatura.

El vigilante sancionado llevó al empresario cárnico desde su embarcación, fondeada en la bahía de Cabrera, hasta un uno de los pantalanes del puerto en una lancha pública de vigilancia del parque, lo que supone un uso particular de un recurso público. Si bien el trabajador trató de justificar que interceptó al empresario dirigiéndose a la costa a nado y que lo subió a la lancha por la presencia de medusas, el expediente se acabó resolviendo en sanción.

"Costumbres heredadas"

"Hemos identificado al trabajador, habitualmente cumple funciones de vigilancia del parque. Y analizando la foto sabemos que tiene como máximo un mes de antigüedad. No voy a tolerar este tipo de comportamientos. Cuando llegué a la conselleria di instrucciones para que estas escenas no volvieran a repetirse. Además esto hace muchísimo daño a los trabajadores del Ibanat en un momento en el que están recuperando sus derechos laborales", detallaba en la fecha de apertura del expediente el propio conseller, Vicenç Vidal, que tildó de "inadmisible" los hechos y anunció "tolerancia cero" hacia ese tipo de prácticas y "actuar con medidas contundentes": "Quiero dejar claro que la época de Moët Chandon y langosta en Cabrera ha pasado", defendía el conseller, en referencia a los episodios ocurridos en la isla la legislatura anterior, durante el Govern de José Ramón Bauzá.

Cabe recordar que este rotativo desveló en 2012 que los consellers Rafel Bosch y Biel Company se montaron una escapada a Cabrera con sesión de buceo incluida utilizando medios y trabajadores públicos. Coronaron la excursión -no fue la única- con un ágape a base de langosta y Moët en el mismo parque. Mientras que el entonces titular de Educación acabó pidiendo disculpas por el episodio, evitó hacerlo el actual presidente del Partido Popular balear.

Precisamente, aquellas comidas fueron sufragadas por el propio empresario Pocoví, cercano a Company, y a quien se le adjudicó en 2013 la gestión del matadero público de Palma después de la quiebra de la empresa pública CarnIlla que gestionó la instalación cárnica hasta la fecha.