El Tribunal Supremo ha desestimado una reclamación de 300.000 euros contra el Ib­-Salut de un paciente al que se le practicó, en 2009, una artroscopia de cadera en el hospital palmesano de Son Llatzer y que alegaba sufrir graves secuelas por una mala praxis en aquella intervención.

El enfermo demandó al Servicio Público de Salud de Baleares (Ib-Salut) al estimar que por aquella artoscopia mal realizada sufrió infecciones, trombosis venosas, depresión y otras dolencias. La sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Baleares desestimó, en junio del 2015, la reclamación, al entender que los hechos habían prescrito y que las sucesivas dolencias y disfunciones del enfermo eran fruto de una enfermedad degenerativa que el demandante sufría antes de la artroscopia.

El paciente recurrió en casación ante el Tribunal Supremo, que acaba de dictar una sentencia rechazando la reclamación y ratificando la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Baleares.