La Federación Jerónima de Santa Paula, Las Jerónimas, afirma, en un comunicado difundido ayer, que, respecto al pleito por el convento palmesano de Sant Jeroni, o Santa Isabel, se están limitando a defenderse "de las apetencias" del Obispado, que reclama la propiedad del monasterio. Las religiosas aseveran que están velando por la conservación de ese recinto y de sus obras de arte sacro, un patrimonio que les pertenece desde 1485.

La nota está fechada en Guadalajara. En ella las Jerónimas quieren dejar claro que no se han dado por vencidas tras las dos sentencias en favor del Obispado, que ha visto cómo la Justicia ratificaba la adecuación a derecho de la inmatriculación (registro) de Sant Jeroni. La orden resalta que su actitud en este litigio no obedece a "maldad, terquedad o culpa". Se trata de la defensa de la propiedad de un monasterio que han usado desde 1485, "sin interferencia alguna que pudiera suponer la existencia de otros derechos (los del Obispado) que los que son en exclusiva de la orden religiosa".

Las monjas sostienen que la sentencia, dictada el pasado septiembre por la sección quinta de la Audiencia de Palma, "no otorga a la Diócesis la titularidad del monasterio", al no haber centrado aquel primer pleito "en la propiedad", si no que la demanda versó sobre la nulidad de las certificaciones emitidas por el Obispado (en la época de Javier Salinas) para la inmatriculación.

Falsedad documental

El comunicado insinúa que el obispo Javier Salinas pudo incurrir en una falsedad documental, cuando emitió unos certificados que fueron usados para la inmatriculación. "Este no es lugar para discutir si hubo falsedad formal de documento público cuando el obispo Salinas firmó las certificaciones inmatriculatorias, a espaldas de la Comunidad de Religiosas Jerónimas del monasterio de Santa Isabel", afirma la nota.

"Otro asunto, con sus otras consecuencias inherentes, es lo de la verdad de lo que se certificó (por Javier Salinas) y sobre ello habrá de incidir previsiblemente, de algún modo perceptible, el pronunciamiento sobre la verdadera titularidad del monasterio", apostillan las religiosas.

La Federación Jerónima también se refiere a una reunión con el actual obispo, Sebastià Taltavull, y sus colaboradores para intentar un acuerdo extrajudicial. "De dicha reunión -que había sido promovida por la presidenta de la Federación Jerónima de Santa Paula para allanar caminos- no resultó posible alcanzar acuerdo alguno, siendo que por parte del Obispado se condiciona cualquier pacto a la previa entrega de las llaves del Monasterio o lo que es lo mismo, la entrega de las llaves del Monasterioentrega de la posesión, a lo que se niega esta Federación, pues la sentencia firme no entraña titularidad, ni mucho menos de ella se deriva deber de entregar las llaves del Monasterio al Obispado. Luego no hay que ceder la posesión, al estar sub iudice la auténtica propiedad del Monasterio", explica el comunicado.

Las Jerónimas también afirman que, a través del restaurador Pere Terrasa, están velando por la conservación del Monasterio y de su contenido artístico, parte del cual está custodiado en Inca.