Terraferida reclama atención sobre Son Sant Joan. La plataforma ecologista aseguró ayer que las maniobras de aterrizaje y despegue "disparan" la contaminación del aire en Mallorca al producir el equivalente al 25% del dióxido de carbono que produce la central térmica de Es Murterar. Esta asociación considera que el aeropuerto "está generando una contaminación de gran magnitud sobre Mallorca que no se está valorando".

Los ecologistas han tomado como referencia las emisiones que generan un Boeing B737 y un Airbus A320, los dos modelos de avión con más presencia en Son Sant Joan, y las han multiplicado por las 208.787 operaciones que el aeródromo palmesano registró en 2017. Terraferida concluye que "las operaciones del aeropuerto el año pasado suponen una cuarta parte de la central de Alcúdia en referencia a las emisiones de dióxido de carbono".

Esta plataforma lamentó que la estación que mide el aire en el aeropuerto no sea accesible a los ciudadanos, y después de estudiar los datos que arroja el dispositivo instalado en Sant Joan de Déu (el más próximo al aeródromo) sentenció que "la calidad del aire está lejos de ser óptima y no admite un aumento de las emisiones de gases contaminantes procedentes de las operaciones del aeropuerto".

Aena, por su parte, respondió que el aeropuerto tiene el nivel 2 del programa Airport Carbon Accreditation, un certificado "independiente" otorgado por la European region of Airports Council International (ACI) que evalúa los esfuerzos de los aeropuertos para reducir sus emisiones de CO2.

El gestor, que no detalló cuándo dióxido de carbono genera su actividad, destacó que ha reducido las emisiones con iniciativas como el cierre de Módulo A entre noviembre y marzo, y la instalación de detectores de presencia en escaleras mecánicas.

Asimismo, Terraferida advirtió de que este nivel de contaminación irá en aumento porque Aena "está ampliando el aeropuerto para traer todavía más vuelos". Y destacó que el plan DORA, que prevé una inversión de 296 millones de euros en el aeródromo palmesano para el periodo 2017-2021, incluye obras de ampliación del espacio de tránsito y aparcamiento de aviones que permitirán a Son San Joan aumentar su capacidad de vuelos.

Aena rechazó este extremo, alegando que las obras recogidas en el citado documento "persiguen rehabilitar determinadas zonas del aeródromo, nunca ampliarlas". Una portavoz del gestor aeroportuario aclaró que se han llevado a cabo trabajos en las plataformas B y C "para renovar el pavimento, no para ensancharlo".

Esta misma portavoz indicó que también se están llevando a cabo trabajos en una parte de la terminal de facturación para "optimizar el espacio", así como la renovación de escaleras mecánicas, la instalación de un ascensor panorámico y la renovación completa del sistema de climatización, habitualmente criticado por los pasajeros.

"El aeropuerto gestiona un máximo de 66 operaciones la hora, 34 de salidas y 33 de llegadas. No existe la intención de aumentar esta frecuencia", subrayó Aena.

Terraferida criticó que, según aparece reflejado en el propio plan DORA, el objetivo es "incrementar la capacidad punta" de Son Sant Joan. Aena, por su parte, defendió que esa frase se refiere exclusivamente a las obras de mejora que se están haciendo en el SATE, el circuito automático por el que transitan los equipajes hasta el avión.