La Diócesis celebró ayer la Jornada Mundial del Enfermo en la Parroquia de Sant Miquel, un acto presidido por el vicario general, Antoni Vera, al que asistieron enfermos, familiares, personal sanitario y voluntarios.

Según apunta el Bisbat de Mallorca, la celebración anual de la Jornada tiene como objetivo sensibilizar a la sociedad ante la necesidad asegurar la mejor asistencia posible a los enfermos.

Igualmente, el evento pretende "favorecer el compromiso del voluntariado, recordar la importancia de la formación espiritual y moral de los agentes sanitarios y, finalmente, hacer que los sacerdotes diocesanos y regulares comprendan mejor la importancia de la asistencia religiosa a los enfermos".