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Educación

Cuando s'Escorxador iba a albergar Derecho

Del polígono de Levante a facultades dispersas por la ciudad... hubo varias propuestas para ubicar la UIB, pero ganó el campus 'a la americana'

Cuando s'Escorxador iba a albergar Derecho

Los años que siguieron a la constitución de la Universitat de les Illes Balears, aquel histórico 18 de marzo de 1978, tocó dar respuesta a las cuestiones prácticas: ¿dónde la ubicamos? El debate tenía dos posturas: quedarse en Palma u optar por el modelo americano de elegir un terreno despejado a las afueras donde poder ir contruyendo un campus sin estrecheces.

Ya saben qué opción ganó. Las obras del campus comenzaron en 1983, en los terrenos alrededor de las fincas de Cas Jai y Son Lledó. Algunas facultades, como la de Derecho, emprendían aquel año una batalla para trasladarse del edificio de Sa Riera a S'Escorxador, que acababa de ser cedido por el ministerio de Educación al ayuntamiento de Palma. Otras voces defendían también concentrar un campus en el polígono de Levante (lo que resulta irónico viendo ahora los proyectos que persiguen que la fachada marítima se convierta en el barrio del conocimiento y la innovación).

Diez años después, en 1993, todas las facultades ya estaban reubicadas en los terrenos junto a la carretera de Valldemossa, una vía que disparó su circulación de vehículos (y su siniestralidad, hasta que se acometió su desdoblamiento).

Una vez completado el traslado, la presencia de la UIB en Palma quedó reducida a un edificio aún hoy vacío (Can Oleo) y a Sa Riera, que hoy alberga una biblioteca y el Institut de Recerca i Innovació Educativa (IRIE), ademas de un salón de actos y aulas que se usan para seminarios y cursos.

Como toda acción urbanística de peso, la decisión de llevarse el campus a las afueras modificó de forma irreversible el territorio y el perfil del municipio palmesano. Para un sector crítico, esta apuesta por un modelo típico de EEUU supuso perder la oportunidad de convertir Palma en una ciudad universitaria (con todo lo que ello supone en términos de actividad, consumo...) y para la UIB supuso tener menos visibilidad en la capital.

En ese momento aún no había tanta conciencia sobre el concepto de movilidad sostenible, pero ahora es la propia Universitat la que plantea medidas para tratar de reducir el uso del vehículo privado para llegar a sus instalaciones. El metro, inaugurado en abril de 2007, es utilizado por un 13% de los miembros de la comunidad universitaria. El 65% utiliza el coche.

La ventaja del campus era la posibilidad de expandirse e ir colonizando los terrenos creando facultades y edificios diseñados a la medida de las necesidades de docencia e investigación y de la comunidad universitaria en general (con la residencia, CampusSport...). La última inauguración del campus fue en 2014, con la apertura del edificio Antoni Maria Alcover, que acoge el Centro de Estudios de Postgrado (mención aparte merece la facultad de Medicina en Son Espases, inaugurada hace dos cursos).

La UIB ya ha cubierto su techo de edificabilidad en campus y la redacción de un plan especial par ala Universitat es otro de los temas que está tratando con Cort.

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