Los pequeños proveedores y las productoras que trabajaban con la desaparecida Televisión de Mallorca llevan siete años sin cobrar por los trabajos y servicios que prestaron a ese medio de comunicación en 2011, último año en que estuvo en antena.

Según fuentes de los afectados, estos acreedores se personaron en el concurso que se declaró en 2012 y que está en fase de liquidación de los pocos activos de la Televisión de Mallorca.

A una pequeña productora se le adeudan 300.000 euros, cantidad que le ha supuesto grandes quebrantos, dado la modestia de sus balances. Algunos de los afectados ya han tirado la toalla, debido a la larga demora, y otros estiman que podrán recuperar apenas un 10% o 15% de sus deudas.

Los acreedores han mantenido contactos con los miembros de los distintos Consells desde 2012, pero todo han sido buenas palabras, explican las fuentes.

La finca Son Puig salió al menos dos veces a subasta.