El director general del Servei de Salut, Juli Fuster, ha recalcado que no piensa retirar una de las penalizaciones contempladas en el nuevo decreto del catalán en la sanidad pública, a saber, que todos los trabajadores que obtengan una plaza en las oposiciones podrán acceder a cobrar el complemento de carrera profesional solo si antes acreditan el nivel de catalán exigido a los dos años de haber tomado posesión de su puesto de trabajo.

Fuster recalca que esta medida solo afectará a "los nuevos", esto es, a las nuevas incorporaciones a este complemento salarial que premia el esfuerzo de los profesionales sanitarios por formarse y estar al día para mejorar la caliudad asistencial que se da a los pacientes de las islas.

El director general del Servei de Salut argumenta que una persona que opta a un empleo público estable en esta comunidad y que luego intenta acceder a un plus salarial que se otorga por primera vez cuando han transcurrido un mínimo de cinco años de antigüedad en el puesto "es que se quiere quedar aquí. Por eso no nos parece descabellado exigirle el nivel B1 de catalán". Un conocimiento idiomático que el alto cargo del IB-Salut califica de "basico".

De esta manera, Fuster responde al presidente del Sindicato Médico, Miguel Lázaro, que ayer declaró a este diario que no admitirán que el acceso a la carrera profesional esté supeditado a un conocimiento idiomático.