Esta mañana ha quedado visto para sentencia en el juzgado de lo Penal número 1 de Palma el juicio contra el policía local, exsindicalista, Jaime Garau, y contra el funcionario de la prisión de Palma, Pedro Talavera. Ambos están acusados de amenazar a 'El Ico' para que firmara una carta en la que exculpaba al policía local, que debía enviarse al juzgado. Garau estaba siendo investigado en la trama de la Policía Local.

La fiscalía Anticorrupción ha pedido para cada acusado una condena de dos años de prisión por un delito contra la administración de justicia. Ha retirado la acusación de tráfico de drogas, por la que se le reclamaba a cada acusado otros cuatro años de cárcel para cada uno.

En la sesión de esta mañana ha destacado la declaración de varios funcionarios de la prisión, que han salido en defensa de su compañero. Los funcionarios han señalado que en las fechas en las que Talavera fue detenido, 'El Ico', que estaba preso por el impago de una multa, iba presumiendo por la cárcel las buenas relaciones que mantenía en el juzgado de instrucción número 12 e iba diciendo que tenía la capacidad de enviar a cualquier funcionario a la cárcel, como ya había hecho con el acusado. Los trabajadores de la cárcel indicaron que el joven de Son Banya es una persona muy problemática y que, si bien es habitual que denuncie que está sufriendo amenazas, no tiene la más mínima credibilidad. El exdirector de la cárcel también declaró esta mañana que el hijo de La Paca no le comunicó nunca que le hubieran obligado a firmar una carta para exculpar al policía local, desmintiendo así la declaración que el día anterior había manifestado el joven de Son Banya.

El fiscal Subirán, sin embargo, mantiene que la versión que contó 'El Ico', denunciando que le habían obligado a firmar la carta a cambio de droga, es cierta, a pesar de que el documento no haya aparecido jamás. El fiscal acusó a la defensa de buscar durante este juicio desvirtuar la declaración del testigo principal, recordando que no es ningún secreto que 'El Ico' es un traficante, drogadicto y delincuente habitual, pero que ello no impide a que contara la verdad cuando contaba el episodio de la carta. Recordó que fue precisamente el abogado del policía el que acudió varias veces al juzgado pidiendo si había llegado esta carta, lo que demuestra que el documento existía y que la versión que contó el testigo era la cierta.

En su informe, Subirán dijo que no tenía ningún sentido que el policía Jaime Garau declarara que el testigo se vengaba de él porque había intervenido en el derrumbe de la casa de su madre, 'La Paca'. Destacó que si hubiera existido dicha venganza, el joven también le habría incluido en la lista de policías locales que acudían a su local a extorsionarle y pedirle dinero, y recordó que precisamente 'El Ico' aclaró que el agente acusado no participó nunca en estas prácticas.

Sobre el funcionario de prisiones señaló el fiscal que no tenía ningún sentido de que no declarara en las dos ocasiones que fue llamado por el juez, lo que era un indicio de que estaba implicado en los hechos.