Un ciudadano rumano, que ha declarado como testigo en el juicio contra el acusado de agredir a un testigo del caso Cursach, ha manifestado que el día de la agresión , ocurrida el pasado mes de junio, su compatriota estaba en su domicilio. Lo afirmaba porque esa noche él se acostó sobre la una de la madrugada y Florian, el acusado, ya se había. Acostado. La fiscalía cuestiona este testimonio y del resto de compañeros de piso del acusado, porque sospecha que han mentido. Sin embargo el testigo ha mantenido la misma version que manifestó ante el juez Penalva.

En este domicilio, ubicado en Palma, residían varios ciudadanos rumanos. El testigo ha asegurado que el acusado no salió de su cuarto esa noche, porque si hubiera salido habría notado el ruido que hace la puerta al ser abierta. El compatriota del acusado ha explicado que se enteró de la detención del acusado una semana más tarde.

Otros dos compañeros del piso están también citados como testigos y en su momento también avalaron que el acusado la noche de los hechos estaba en el piso.

Esta mañana han declarado los testigos que investigaron la agresión al testigo protegido. Han destacado la facilidad con la que se entra en el garaje del edificio donde se produjo la agresión y las numerosas zonas oscuras que tiene la zona para poder esconderse. La víctima, que relaciona la agresión con su condición de testigo protegido del caso Cursach, declaró que fue golpeado cuando llegaba a su casa a través del garaje. Uno de los policías ha asegurado que en más de una ocasión han temido por la integridad del testigo, que ha sido varias veces golpeado y amenazado.