Primero fueron las viviendas (Airbnb). Luego, vinieron los barcos (Nautal), los coches (Blablacar, Uber...) y la comida (Cookflat). Los ejemplos de economía colaborativa se extienden como signo de los nuevos tiempos, y ahora llegan las terrazas, con propietarios que optan por alquilar los techos de las ciudades para eventos, comidas o cenas a grupos de personas que quieran disfrutar por unas horas de vistas privilegiadas.

Lo posibilita la plataforma Atiko, que empezó operando en Barcelona, enseguida se extendió a Madrid y, ahora, ultima los detalles para su desembarco en otras ciudades españolas, como Palma, según avanza uno de los dos fundadores de la compañía, Hilaire Besse, quien se marca como plazo este verano o el año que viene para empezar a funcionar en la Comunidad.

En una conversación con este diario, Besse explica que la idea del negocio surgió junto a su socio, Óscar Jorge, en la época en que compartían piso en Barcelona. Un día, se encontraron con que querían hacer una barbacoa. "Pero no teníamos terraza para hacerla", relata.

Decidieron entonces buscar un sitio apartado, desde donde se veía toda la ciudad. "'¡Y ahí nos dimos cuenta de que había muchísimas terrazas y no había nadie en ellas!", continúa.

En ese momento surgió el chispazo, la idea de una plataforma que pusiera en contacto a gente como ellos -que buscaban una azotea donde pasar un rato con unos amigos- con propietarios con ganas de obtener un dinero extra.

Notificaciones de reservas

En junio del año pasado, empezaron en Barcelona y, unos meses después, llegaron a Madrid. A día de hoy, manejan una cartera de clientes en torno al medio centenar, informa Besse.

El método de funcionamiento es sencillo. El propietario interesado en sacarle un partido a la parte exterior de su vivienda crea un perfil en Atiko. La plataforma la chequea antes de dar el visto bueno.

A partir de ahí, el dueño irá recibiendo notificaciones de solicitudes de reservas. Si acepta esas propuestas, el invitado recibirá una notificación para abonar la reserva.

Besse detalla que, para calcular un "precio justo", se ofrece la posibilidad de utilizar un simulador online. El huésped debería incluir las características de la terraza y si cuenta con extras como barbacoa, piscina o nevera.

Desde Atiko, inciden en que son conscientes de que el público al que se dirigen no está formado por turistas, sino básicamente por los propios residentes de la ciudad, lo que marcaría distancias con otras plataformas como Airbnb, que han originado controversia en determinadas ciudades por su impacto en el tejido vecinal.

Otra diferencia en la que hace hincapié Besse es que, en este caso, no se alquila la vivienda entera, sino sólo la terraza. De hecho, el anfitrión es libre de decidir si quiere estar durante el evento que se celebrará en su terraza.

Actividades más solicitadas

La mayoría de reservas, cuenta, se efectúan para aniversarios de personas que quieren celebrar su 30 cumpleaños. De acuerdo a la información que consta en la página web de Atiko, otras de las actividades por las cuales se reservan las terrazas son las despedidas de soltera, barbacoas, clases de yoga, brunch de boda, sesión de fotos... El alquiler de estos espacios puede llegar a reportar importantes beneficios a los propietarios. Según informan desde Atiko, el huésped top de la plataforma ha superado los 3.000 euros de beneficio en menos de un año.

En su web, recuerdan a los usuarios que "cada persona tiene que declarar a Hacienda todos los ingresos que tiene; por lo tanto, también hay que declarar los ingresos que se reciben gracias a la actividad de Atiko".