Finalmente los trabajadores de la embotelladora de Pepsi en Marratxí se han visto obligados a asumir que el cierre de estas instalaciones es inevitable. Por ello, en la reunión de ayer entre el comité de empresa y los representantes de esta firma de refrescos se visualizó un cambio de estrategia, con el objetivo por parte del primero de que las indemnizaciones para los despedidos sean lo más altas posible.

El presidente del comité, Juan León, afirmó que "no podemos ser ingenuos" y lamentó que la decisión de clausurar esas instalaciones y liquidar 27 puestos de trabajo de la isla esté ya tomada por parte de Pepsi.

Por ello, la propuesta presentada ayer por el comité se centra en mejorar las condiciones para esos 27 afectados. Para la minoría que se pueda prejubilar, la propuesta que ahora está sobre la mesa es abonar el 80% del sueldo para las personas con 58 años hasta que cumplan los 63, el 85% para los de 59 años y el 90% para los de 60, lo que supone 10 puntos más que la oferta inicial de la empresa.

Para la decena de empleados que se puedan trasladar a otras plantas de la península se reivindica una ayuda de 650 euros mensuales durante dos años para el alquiler, y otra lineal de 13.000 euros para los empleados fijos, y de 6.500 para los fijos discontinuos.

Para los despedidos, se reclama una indemnización equivalente al salario de 45 días por cada año de antigüedad en la empresa sin fijar límite a esa cuantía.

Juan León indicó que se ha dado de límite hasta las 11 de la mañana de hoy para que los representantes de Pepsi den respuesta a estas peticiones, y advirtió de que en caso de ser rechazadas se acordará ya con los trabajadores las medidas de presión que se pondrán en marcha, y que inicialmente pasarían por concentraciones de los afectados sin descartar que se pida a los mallorquines un boicot a los productos de esta empresa, para más adelante plantear una posible huelga.