El número de casos de hepatitis A detectados va en aumento. El Govern ha identificado 38, la mayoría de ellos curados, y asume que todavía tardará en dar por extinguido el brote iniciado en el restaurante Can Terra de Palma. La directora de Salud Pública, María José Ramos, ha comparecido este mediodía en una rueda de prensa urgente para dar explicaciones de lo ocurrido y ha justificado que el establecimiento permaneciera abierto 21 días pese a que los inspectores ya habían detectado tres casos.

"Tenemos 38 casos identificados, cinco de ellos terciarios. Es decir, personas contagiadas por otros que a su vez se contagiaron del caso primario: el manipulador de alimentos que trabajaba en el restaurante. De estos 38 afectados cinco son trabajadores del restaurante que en estos momentos no están trabajando. Tampoco lo hace el caso primario pese a estar ya recuperado", ha explicado Ramos.

Los afectados pasaron de 3 a 33 en los 21 días que transcurrieron entre que se realizó la primera inspección, el 19 de diciembre, y se tomó la decisión de cerrar el establecimiento, el 10 de enero. La directora justificó la demora en la poca información de la que los técnicos disponían entonces.

"La información que teníamos no era la que tenemos ahora. Fuimos recopilando información con el paso de los días. Teníamos un brote que afectaba a tres personas y cuyo origen era un trabajador que estaba de baja. Defiendo la decisión que se tomó en ese momento. Es cierto que a lo mejor otro inspector hubiese cerrado el local porque no todos gestionan de la misma manera una situación como esta. Pero defiendo que la decisión que se tomó en ese momento, con la información que se tenía, fue correcta", ha valorado.

Ramos ha explicado todos los movimientos que realizó su departamento desde que se detectaron los dos primeros casos. "A mediados de diciembre un médico certificó al Servicio de epidemiología dos casos de hepatitis A con un nexo común: haber comido en el mismo restaurante. Se inició una investigación, buscando otros afectados en los meses anteriores, y se descubrió el caso de un ayudante de cocina que trabajaba en el mismo restaurante. El 19 de diciembre se dirige al restaurante una inspectora y constata que el trabajador estaba de baja. Detectó algunas deficiencias relativas a la higiene o a la formación del personal para la manipulación de alimentos que son consideradas deficiencias moderadas. Decidió suspender provisionalmente la actividad del restaurante si no suplía estas deficiencias en un plazo de diez días", ha indicado.

"La hipótesis más probable es que el manipulador hubiese contagiado a los dos clientes, pero no era la única. Lanzamos una alerta sanitaria y estudiamos a los otros trabajadores. Progresivamente se detectaron otros casos. La primera semana de enero se detectó un segundo caso en un trabajador. Posteriormente dos casos más. Los inspectores volvieron al establecimiento el día 10. La situación ya era distinta porque los cuatro casos iniciales habían pasado a 25, incluidos cuatro trabajadores que ya estaban de baja", ha añadido.

La mayoría de los 38 casos identificados están curados, aunque Ramos no ha sabido precisar cuántos siguen convalecientes. "Cuatro o cinco", ha indicado Antoni Nicolau, del Servicio de Epidemiología del Govern.

El restaurante volvió a abrir el 19. "Ahora no hay ningún riesgo de contagio de hepatitis A", ha asegurado Ramos.

El Govern no da todavía el brote por extinguido. "El brote se da por cerrado cuando han pasado dos periodos de incubación desde el último caso detectado. Por tanto va a tardar en cerrarse", ha indicado Nicolau.