Los taxistas de Palma han seguido el guión previsto y han aprobado por absoluta mayoría crear una empresa de vehículos de alquiler con conductor si finalmente desembarcan en las islas plataformas como Uber o Cabify. El objetivo es inundar el archipiélago de estos coches para ahogar cualquier intento de entrada de nueva competencia.

El resultado de las votaciones celebradas por la asociación de autónomos (mayoritaria en Mallorca) ha sido aplastante, según señala su presidente, Biel Moragues: han apoyado la creación de la compañía Balear de Servicios Discrecionales el 93,7% de los taxistas que han participado en este referéndum. Solo un 5,9% han mostrado su rechazo. La participación en esta consulta ha rozado el 75% de los censados.

Durante las próximas semanas celebrarán sus votaciones el resto de asociaciones que forman parte de la Federación Independiente del Taxi de Balears (Fitib), es decir, las de Eivissa y Formentera. Una vez confirmado este respaldo, se elaborará el plan de viabilidad de la nueva empresa de vehículos VTC. Además, se determinará el capital que deberán abonar los socios taxistas para su desarrollo.

La Fitib dispone de la posibilidad de tramitar 700 licencias de VTC, pero Moragues subraya que no se adquirirán estos vehículos mientras no se detecte la entrada de plataformas como las mencionadas Uber y Cabify.

Dos son dos los hechos que pueden desencadenar la tramitación de esas 700 licencias para llenar la isla de coches de alquiler con conductor en manos de taxistas y la puesta en marcha de la nueva empresa, según subraya Moragues.

El primero es que las 260 licencias en manos de la empresa Ares Capital se tramiten también para ser vendidas a cualquier plataforma similar a Uber, con la correspondiente entrada de esos coches en Balears.

La segunda es que se suprima la limitación que prohibe a los VTC que puedan trabajar fuera de su comunidad más del 20% de su tiempo, y se produzca una llegada masiva a la isla durante el verano desde Madrid o Cataluña.