El Govern ha rectificado y anulado la guía para detectar la posible radicalización yihadista de alumnos de origen musulmán remitida a las escuelas desde la conselleria de Hacienda y Administraciones Públicas.

Un día después de que este diario publicara el contenido de este documento (que incluía una serie de "indicadores de radicalidad"), el Consolat de Mar decidió ayer dejarlo sin efecto ante el revuelo generado.

"El Govern lamenta la reacción que haya podido provocar la difusión de determinadas expresiones incluidas en el documento y comunica la decisión de dejarlo sin efecto", se indicó desde el Ejecutivo autonómico.

El documento enviado a los centros educativos es una adaptación confeccionada por la dirección general de Emergencias e Interior de una instrucción remitida desde el ministerio de Interior tras los atentados de Barcelona de agosto de 2017.

"En ningún caso la interpretación literal de las expresiones incluidas en la circular puede poner en duda la idoneidad del trabajo realizado de manera conjunta y continuada en el tiempo del Institut de Seguretat Pública (ISPIB) y el Institut per a la Convivència i l'Èxit Educatiu (Convivèxit)", se subrayó desde el Govern. El ISPIB se encarga entre otras cosas de la figura del policía tutor, nexo entre la comunidad educativa y la policía local.

La circular en cuestión, de apenas un folio, comenzaba subrayando que los inmigrantes musulmanes que viven en Balears son de origen "muy humilde con lo que, pueden ser fácilmente seducidos cuando no se sienten integrados dentro de la sociedad". El texto alertaba especialmente sobre la posible desafección de los inmigrantes de segunda generación, aquellos ya nacidos aquí y enumeraba "indicadores de radicalidad", como que los estudiantes profieran comentarios que justifiquen la violencia terrorista o el odio hacia Occidente "y que no estén relacionados con un comentario aislado dentro de la libertad de expresión".

También se pedía atención ante cambios de comportamiento; caída del rendimiento académico; absentismo escolar o si los estudiantes o sus familias tienen antecedentes penales por delitos menores. Se describía a las "familias radicales" según su vestimenta (si la madre usa niqab y/o si el marido lleva barba larga y chilaba) o según el trato dispensado a sus hijas: si sufren violencia de género; si no se les permite ir a extraescolares o si las sacan del sistema educativo. Se añade el caso de jóvenes que controlan "excesivamente" a sus alumnos.

En caso de detectar estas señales, se instaba a los centros a contactar con el inspector y el policía tutor.

El Govern anula la circular, pero no renuncia a esta línea de trabajo. Se sigue pensando que es necesario que los centros tengan pautas de actuación ante la posible radicalización yihadista y los responsables del ISPIB, que depende de Hacienda y Administraciones Públicas, y Convivèxit, dependiente de Educación, decidirán cómo hacerlo.

"Potenciar el programa"

Se recordó que los programas impulsados por ambos organismos "han tendido siempre a proporcionar información y herramientas a la comunidad educativa en materia de prevención de fenómenos que inciden en todo el conjunto de la sociedad". Por eso, se señala, "se cree de especial importancia maneter y potenciar este programa".

Los citados institutos colaboran desde 2016 y para el Govern "han demostrado velar por el mantenimiento del clima de convivencia, respeto y tolerancia dentro del espacio escolar en los centros educativos" a través de protocolos para detectar casos de acoso escolar, de menores desprotegidos o de violencia de género, entre otras problemáticas sociales.

Por ello, el Consolat de Mar cree que el proceso de integración del alumnado inmigrante es otro tema que "se seguirá garantizando" a través de la iniciativa conjunta del Institut de Seguretat Pública de Balears y Convivèxit.